David Ararat,
la experiencia del empresario y su faceta de padre
Su nombre hace parte de la renovación generacional que han hecho grandes empresas de la región al creer en el aporte que los nuevos talentos hacen, a través de los avances tecnológicos y el crecimiento empresarial.
David Ararat no solo asumió el reto de posicionar la marca de Cerámica Italia a nivel nacional e internacional, trajo consigo la responsabilidad de renovar sus productos con un sello de calidad, diseño y distinción.
“No es tan fácil hacer cerámica como la gente se imagina; manejamos materias primas que no son procesadas. Son materias primas muy naturales y formaciones geológicas que cambian con el tiempo”.
Por eso, reinventar el negocio de la cerámica solo fue posible hace siete años, aproximadamente, cuando el desper- tar experiencias en los clientes se convirtió en un nuevo eje de crecimiento empresarial.
“Para nosotros no es solo hacer cerámica para remodelar, sino aportar a esa experiencia emotiva y de felicidad de hacer posibles el sueño de ese lugar cómodo que siempre existió en la mente de quien utiliza nuestros productos”.
Desde esa perspectiva ha creado un impacto positivo en Norte de Santander con la apertura de nuevas ofertas, pero también ha logrado mostrar una ciudad diferente que trabaja con calidad.
Por eso, cada vez que empresarios de países como Estados Unidos, Republica Dominicana, México, Guatemala, Honduras, Chile y Perú, llegan a Cúcuta para conocer sus productos, aprovecha para vender la oferta gastronómica y turística de la región.