¿Internet,
Esto ocurre debido a que están en constante bombardeo de ‘representaciones idealizadas de personas, -cercanas o desconocidas-que con sus publicaciones, estimulan los sentimientos de envidia y la creencia distorsionada de que otros tienen vidas más felices
L as redes sociales han hecho que la sociedad vaya cambiando su forma de comunicarse y relacionarse. Actualmente, más de mil millones de personas están registradas en alguna plataforma digital de interacción.
Facebook lleva la delantera con más de 1500 millones de usuarios. Twitter e Instagram registran números similares de perfiles: alrededor de 400 millones. En la lista de las plataformas más usadas también destaca Snapchat, Youtube, Linkedin y Google+ y Tumblr.
En promedio, una persona pasa 2 horas diarias, según un estudio de la agencia Globalwebindex a nivel mundial. Es decir, un usuario dedica un mes al año a estar conectado en Internet.
Deseos de figurar
Sin embargo, muchos usuarios -principalmente jóvenes- emplean las redes sociales como única vía para socializar con su entorno cercano: familia, amigos y compañeros de estudios y/o trabajo, lo que puede derivar, en palabras de la psicóloga cucuteña Narda Parra, en trastornos mentales como ansiedad y depresión.
La experta subraya que hay una creciente manía de figurar en las redes sociales, que se puede interpretar como un deseo de fama virtual, ‘ya que muchos buscan ganar popularidad y transformarse en una especie de ídolo o modelo para su grupo de seguidores’.
Asimismo, exageran su propia realidad para estar a la par de las personas que lo siguen y dar esa sensación de que en su vida todo marcha excelente.
¿Qué dice la ciencia?
Según investigaciones de la Universidad Estatal de California, el uso desmedido de las redes sociales y el exceso de cualquier variante del selfie, refleja signos narcisistas como: extrema preocupación por sí mismo, egoísmo e incapacidad para recibir cualquier tipo de críticas.
El documento reveló que el estado de ánimo de una per- sona adicta a las redes sociales puede variar de acuerdo con el número de visitas, mensajes actualizados y “me gustas” que reciba en alguno de sus perfiles. Así mismo, con la cantidad de fotos de personas felices que, en apariencia, tienen una vida perfecta.
Otra investigación, esta vez realizada por la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, encontró asociaciones importantes entre las redes sociales y la depresión, tanto por la frecuencia de visitas como el tiempo total en cada una de estas plataformas digitales.
Los cuestionarios preguntaban sobre las redes sociales más populares, entre las que figuraban Facebook, Youtube, Twitter e Instagram. Los números arrojados fueron los siguientes: aquellos que revisaban más frecuentemente las redes sociales tenían 2.7 más probabilidad de tener depresión. También, aquellos que pasaban menos tiempo en las redes sociales tenían 1.7 menos riesgo de depresión.
Inclusive, un ensayo realizado por los psicólogos colombianos Adriana Rodríguez y Antonio Parra en un colegio de Bogotá, arrojó que los estudiantes que pasaban un elevado tiempo de uso de las redes sociales, eran mayores los problemas de conducta agresiva, ruptura de reglas, alteraciones en el estado del ánimo y problemas de atención.
¡Evite caer en el juego!
Recuerde que las habilidades sociales deben ponerse en práctica cara a cara; por eso es recomendable que pase tiempo con las personas que quiere, fuera de cualquier entorno virtual.
Si es su hijo o pariente el que muestra signos de depresión o ansiedad y pasa tiempo indefinido en internet, hable con él o busque ayuda de un orientador o psicólogo. Podría tratarse de un trastorno derivado a la adicción de las redes sociales.
un mundo de doble vida?