¿Cómo funciona?
Como si se tratara de un proyecto arquitectónico, pero a menor escala, Sánchez prepara el diseño, elije los materiales, escala los dibujos, los proporciona, genera un plano con sus respectivas medidas para que puedan ser confeccionados junto con el despiece de cada una de sus partes y finalmente, terminen convirtiéndose en objetos únicos y de gran valor simbólico.
“Tal y como se haría en mi profesión se debe tener una planificación, en este caso, es la elección de los ma- teriales y el proceso de elaboración. También hay que llevar un seguimiento del proceso de fabricación para lograr un resultado muy similar al di bujo”.
Sánchez, quien ejerce como arquitecto desde hace 7 años, junto con Elizabeth Gómez, su esposa, emprendió hace un año una búsqueda para ofrecer productos diferentes al mercado de bebés y niños, inmortalizando recuerdos.
“La idea de los muñecos de peluche surgió de forma muy repentina desde hace tres meses. Al ver los dibujos que uno de nuestros sobrinos elaboraba y su mamá ponía en la nevera, pensamos en cómo ir más allá del papel y traerlo a la tridimensionalidad a manera de un recuerdo de la infancia. Así fue como empezamos a crear los primeros prototipos” aseguran.
Agregan que “darle vida a los dibujos, además, es una bonita forma de hacer que los pequeños los aprecien más”.
Usted también puede convertir en objetos los dibujos de sus hijos, para ello tendrá que enviarlos en formato digital, una vez sean recibidos, según Sánchez, se procede con la elaboración del muñeco y se entrega aproximadamente en dos semanas.
“Procuramos que los peluches sean lo más parecidos al dibujo, de esta forma nos aseguramos de que no pierdan su esencia y mantengan un alto estándar de calidad”, explica.