Julián Colmenares: del golf profesional a la vida empresarial
del golf profesional a la vida empresarial
Tenía cinco años cuando despertó su pasión por el golf, un particular deporte de precisión, concentración y mucha disciplina.
A su corta edad disfrutaba ver como un amplio campo, repleto de naturaleza, era el escenario para poner en práctica un deporte que, aunque se veía fácil, le tomaría muchas horas de entrenamiento para aprenderlo con toda la precisión del caso.
Con su talento llegó a ocupar los principales titulares deportivos al ser catalogado como una de las nuevas promesas del golf; fue Campeón Nacional Infantil, en la categoría de los 12 a 14 años, en 1999 y Campeón Nacional Juvenil, categoría 14 a 16 años, en 2000 y 2001.
Ese solo sería el comienzo del recorrido deportivo de Julián Colmenares quien, entre títulos y logros, proyectaba una sólida carrera en el golf profesional; allí se formó como deportista de alto rendimiento.
Llegó, en el 2000, a ser tercero en el Junior Word de San Diego, California (Estados Unidos); en 2003, campeón sudamericano juvenil por equipos y subcampeón individual en el certamen que se realizó en Uruguay, entre otros.
Su brillante ascenso deportivo le dio la posibilidad de es- tudiar becado en la Universidad Jacksonville, en Alabama (Estados Unidos), una oportunidad que le dio la práctica de este deporte.
Se graduó en 2008 en administración de empresas con énfasis en finanzas, pero siempre tuvo claro que sus esfuerzos estarían encaminados a seguir los pasos de su gran ídolo, Tiger Woods.
Sin embargo, una lesión en el hombro, en 2009, lo mantuvo inactivo por cuatro meses, tiempo que dedicó a su recuperación con terapias y temas de sicología deportiva.
A finales de ese mismo año se reintegró a los torneos, pero llegó una nueva prueba con una lesión de su muñeca, en 2011; esto lo llevó a replantear su camino para enfocarse en su profesión y vincularse a la empresa Viviendas y Valores en la gerencia comercial.
“Fue duro renunciar al deporte profesional porque mi vida fue de formación deportiva; siempre me gustó el tema de estudio, leer, capacitarme y formarme, pero estuve cuatro años en un tema diferente del que requiere el mundo laboral o una empresa. No obstante, en este momento no me cambio por nadie, estoy feliz con lo que hago”.
Hoy agradece el apoyo de sus padres, su esposa y su familia, quienes fueron incondicionales en esa transición de su carrera.
“Fue duro renunciar al deporte profesional porque mi vida fue de formación deportiva”
En entrevista con La Ó habló de su vida, su faceta como padre, esposo y los retos laborales que enfrenta.
¿Siempre tuvo claro que quería llegar a ser un golfista profesional?
Sí, desde pequeño sentí esa pasión; aunque hubo altibajos en los que decía “no vuelvo a jugar golf” y me iba por deportes como el tenis, fútbol o patinaje. Finalmente, me di cuenta que tenía un talento o unas ventajas, así que eso me empieza a entusiasmar en que sí podía ser un golfista muy bueno.
¿Cómo empieza a ser un deportista de alto rendimiento?
En esa búsqueda de formación llegué a Bucaramanga, donde empecé a formarme. Viajaba a practicar con una exigencia mayor; en horarios de 8:00 a 12:00 y de 2:00 a 6:00, eran campamentos de práctica intensa, pero también de amigos.
En una creciente carrera deportiva, ¿fue difícil aceptar el retiro?
Al principio fue una incertidumbre, pero ahora es muy claro a dónde quiero llegar. Obviamente vuelve el tema del apoyo familiar porque indiscutiblemente se necesita esa confianza para poder hacer las cosas.
¿Cómo ve el crecimiento del deporte en Cúcuta?
Cúcuta ha ido creciendo en el nivel deportivo; en el golf ya hay muchos más afiliados que en mi época, inclusive el campo de golf como tal es mucho mejor. Creo que eso se lo debemos a Camilo Villegas, ese líder al que todos le apostamos porque logró llegar al PGA Tour muy rápidamente.
¿A qué nuevo talento le apostaría en las grandes ligas del golf?
A Ricardo Ramírez Saad.
¿Cómo ha sido ahora esa nueva faceta laboral en Viviendas y Valores?
Es muy chévere. Estoy en la parte comercial, mi hermano desarrolla más la técnica, la construcción, diseño y gerencia de proyectos. Obviamente mi padre en la cabeza de la organización. Los tres, junto con Marlene Mafla de Ararat, estamos aportando diferentes cosas.
Dicen que el alumno supera al maestro, en su caso, ¿ha logrado superar a su padre, Raúl Colmenares, en el tema empresarial?
(Risas) No, aprender de él y de su carrera empresarial me hace sentir admiración total porque ha sido un gran emprendedor, un gran visionario y un gran empresario de esta región. Es mi mejor ídolo y a quien le debo muchas cosas en la vida.