Así es el yoga entre madres e hijos
Fortalecer el vínculo afectivo y la confianza entre padres e hijos, al tiempo que sus cuerpos se ejercitan y relajan, es el primordial beneficio que se obtiene al practicar yoga en familia.
Esta disciplina milenaria oriental es una manera diferente y relajada de fomentar la sana convivencia entre los integrantes de la familia.
A nivel físico, las posturas permiten incrementar la flexibilidad y la fortaleza del cuerpo. La fluidez de los movimientos favorece la circulación de la sangre y la buena salud de los practicantes.
En la parte emocional se promueven valores como el respeto, la colaboración y la empatía. Como el yoga promueve la introspección y la concentración, los niños empiezan a comprender sus propias necesidades y adaptarse con mayor facilidad a la convivencia familiar y escolar.
Estos son los beneficios que destaca Natalia Yáñez, instructora de Vital Yoga Studio, sobre la práctica habitual de yoga entre padres e hijos. Aunque reconoce que en Cúcuta son las mamás las que se muestran más interesadas que los papás, por vivir esta experiencia con sus hijos.
CLASE DIDÁCTICA
Una clase de yoga en familia tiene una duración de 45 a 50 minutos y los niños, a partir de los 3 años (siempre que sepan seguir indicaciones) lo pueden practicar sin problemas.
Hay un par de recomendaciones necesarias antes de iniciar la clase: vestir ropa cómoda que permita desplazarse libremente; no haber ingerido nada pesado 30 minutos antes, prescindir de celulares y tabletas y evitar masticar chicle durante la sesión.
Lo primero que se realiza es una actividad de integración que consiste en calentar el cuerpo y subir la energía del niño y el adulto. “En la clase no hay competencia ni la obligación de corregir las posturas. Es un momento terapéutico, espontáneo y emocional para todos”, destaca Natalia Áñez, certificada en España y con una formación Rainbow Kids Yog (formación de yoga para niños).
Enfatiza en que también un espacio para que niños y adultos se diviertan y liberen el estrés.
A continuación le describimos algunos momentos de la clase:
1 Se realiza un saludo al sol elevando los brazos. Luego se llevan las manos al centro del corazón para saludar a la tierra. Esto se hace a través de canciones.
2 Madre e hijas hacen la postura del árbol, que es la asana más empleada. El pie en el suelo simboliza las raíces del árbol, y los brazos representan las ramas.
3 En la flor de loto permanecen sentados asemejando dicha especie con los pies, Hay cantos y se hacen ejercicios de respiración como si se estuviera oliendo una flor.
4 La mamá ayuda a sus hijos a juntar sus piernas con su pecho en el piso, como si se tratará de ‘cerrar un sándwich’.
5 Madre e hijas intentan imitar la postura de la otra. Para ello es contacto visual es importante.
6 Postura de animales como la de mariposa, tortuga, serpiente, estrella de mar, etc. La idea es que los niños adivinen cada animal antes de realizar las asanas que se asemejan a estas criaturas.