EN PRIVADO
momentos estoy soltero; porque con los años me he vuelto mañoso (risas) y con las largas jornadas de grabación no tengo mucho tiempo libre.
¿Tiene algún ritual para desprenderse de los personajes que interpreta?
Uno deja el personaje en el set, cuando me quito la corbata y el traje y me pongo mis tenis y mi ropa deportiva, ahí vuelve Luciano. ¿Qué ha representado Colombia para su carrera?
Me siento como un colombiano más, ya que este país me abrió las puertas y no solo a mí, sino a miles de venezolanos de una forma muy cariñosa y mi forma de agradecerles es haciendo bien mi trabajo. Es mi manera de decirle a Colombia “¡Gracias!”.
¿Qué piensa del éxodo masivo de sus compatriotas hacia Colombia y otros países del Sur?
Aunque yo me vine por diferentes razones a Colombia, no dejo de identificarme con las personas que están saliendo sin nada, con una mano detrás y otra adelante, para escapar de la dictadura en Venezuela. Me llena de tristeza esta situación.
¿Es cierto que está trabajando en una campaña para ayudarlos?
Sí. Estamos trabajando varios artistas para ayudar de alguna manera con alimentos a la gente que está en Bogotá y no tiene recursos; para ayudar a familias venezolanas y colombianas también, porque no es que Colombia no tenga sus problemas, los tiene; y a esto se le anexa el éxodo masivo de casi dos millones de venezolanos. ¿Qué viene para usted en este cierre de año?
No lo sé. Terminaremos de grabar ‘La ley’ a finales de año. Ya en diciembre sería descansar, ver a la familia y en enero buscar un personaje que sea bien distinto a Pablo. ¿Teme a que lo encasillen?
Sí. Quiero un reto actoral en el que vean a Luciano por otro lado. Me inclinaría hacia un antagónico, para tener una causa, un motivo, un comportamiento distinto a lo que conocemos de Pablo.