¿agua o petróleo? el dilema de la comunidad de monteverde
La zona es considerada un corredor biológico para el jaguar y el puma. Hay abundantes especies de flora y humedales que proporcionan servicios ambientales a las comunidades campesinas.
En la vereda Monteverde, sector rural de Cúcuta, un grupo de habitantes se encuentra temeroso porque, ante la llegada de la empresa Turkish Petroleum, algunas de las especies de flora y fauna que habitan la zona, así como algunos humedales, resulten afectados por la intervención de la multinacional en la región.
Un lago apareció frente a sus ojos, la agitada marcha se apaciguó por un instante y sin titubear afirmó: este es uno de los humedales de Monteverde, un tesoro ambiental. Nuestra lucha es por el agua y la riqueza que en fauna y flora posee la vereda. ¡Queremos agua, no petróleo! Certero fue el testimonio de Hugo y mientras se secaba el sudor con una toalla que llevaba de hombro en hombro, aceleró el paso y narró cómo la vereda Monteverde, distante dos horas de Cúcuta, posee una red de humedales que se pueden ver afectados con el proyecto de exploración de hidrocarburos que ejecutará Turkish Petroleum Company.
Para ello, la multinacional tiene el aval de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), concedido luego de revisados los estudios de impacto que trazan estrategias para no afectar las fuentes hídricas.
“Tengo 20 años en la vereda y soy tecnólogo forestal. Como comunidad defendemos el territorio y no queremos que con el ingreso de maquinaria y la apertura de vías se afecten las fuentes de agua”, dijo Hugo Vergara Angarita.
PUJA: AGUA O PETRÓLEO
Pese a los temores de la comunidad, a la Turkish Petroleum Company, en mayo de 2014, la Anla le concedió licencia ambiental de exploración, previo estudio de impacto ambiental radicado por la multinacional ante el organismo estatal en febrero de 2013.
En diciembre de ese mismo año, la Turkish Petroleum empezó a dar a conocer el proyecto entre la comunidad y un año después de aprobada la licencia, presentó a Corponor como autoridad ambiental regional el Plan de Manejo Ambiental (abril de 2015).
Hasta agosto de 2016, la comunidad no había presentado objeciones al proyecto. Sin embargo, “la nueva junta comunal de Monteverde pidió la intervención de Corponor para el inicio del proyecto, a pesar de no ser un requerimiento de ley”, reseñó Yakup Ozcelik, gerente de Turkish Petroleum en Colombia.
Tras el hecho, se han cumplido más de 10 reuniones entre líderes de las siete veredas del corregimiento Palmarito con las directivas de la multinacional, y todas, han terminado en discusiones e insultos de parte y parte.
En el último encuentro, hace 11 días, el sentir entre los habitantes del corregimiento Palmarito fue que la empresa no se ganó la confianza y por ende solo la apoyan quienes habitan en Monteverde y serán contratados para ejecutar la mano de obra no calificada.
TURKISH NIEGA IMPACTO AMBIENTAL
Ozcelik, representante legal de Turkish Petroleum en Colombia, argumentó que el proyecto exploratorio Aslan 1 (ver gráfico), no afectará aguas superficiales ni subterráneas por la profundidad del mismo. Además, negó que la laguna contigua a la vía vaya a ser dragada.
De acuerdo con expertos consultados por La Opinión, para explorar el terreno se perforarán pozos por medio de plataformas, de 3 kilómetros de profundidad, lo cual garantiza que no se contaminarán aguas superficiales.
De generarse contaminación sería por eventos no previstos, tales como derrames de aguas aceitosas al momento de perforar o por sobrepresión. En esos casos, la multinacional tendría que activar los planes de contingencia previstos.
CORPONOR HA SIDO MEDIADOR
El director de Corponor, Gregorio Angarita Lamk, manifestó que la entidad a su cargo ha jugado un papel mediador, toda vez que la Anla fue quien otorgó la licencia ambiental.
“Aceptamos la petición de la comunidad y se logró que el 1 por ciento de compensación ambiental del proyecto (alrededor de $400 millones), sea invertido en la conservación de los recursos naturales de la zona. Asimismo, la Turkish quiere ejecutar un proyecto social, adicional a lo ordenado en la licencia”.
En cuanto a la afectación ambiental, Angarita reseñó que se designó un equipo técnico para que haga la actualización del estudio hidrogeológico, el cual será cotejado con el Plan de Manejo Ambiental de la multinacional y si son requeridos ajustes, serán ordenados.
El resultado de ese análisis será conocido esta semana. “Queremos dar garantías a la comunidad y garantizar la conservación del agua como fuente de vida, sin desconocer que fue la Anla quien otorgó la licencia”, agregó.
Alfredo Estévez
COMUNIDADES DIVIDIDAS
El presidente de la junta de acción comunal de Monteverde, Oscar Darío Durango Villegas, reconoció que la multinacional les ha dado a conocer el proyecto, pero mantienen latente el temor de quedarse sin agua y ese ha sido el foco de la discordia entre la comunidad.
La corregidora de Palmarito, Hidela María Benítez Hernández, dijo que la comunidad no acepta el proyecto y argumenta que cuando la bonanza petrolera en Tibú, se vivió una situación similar, y tras décadas de ese hecho, las veredas siguen sin servicios públicos y sin vías en buenas condiciones.
Así, al debate se le pondrá fin una vez Corponor entregue el resultado de la actualización del estudio hidrogeológico y se concerte con las comunidades el inicio del proyecto.