La Opinión

Catatumbo: insegurida­d con legales e ilegales

- JAVIER SARABIA javier.sarabia@laopinion.com.co Ocaña Diógenes Quintero, presidente Asociación de Personeros del Catatumbo

Losenfrent­amientos entre fuerza pública, guerrilla y otros grupos armados, y la insegurida­d por la delincuenc­ia común siguen siendo hechos cotidianos para los pobladores de Catatumbo.

Según el Defensor Regional del Pueblo (sede Ocaña), Nelson Arévalo, la guerra ocupa buena parte de los reportes al Sistema de Alertas Tempranas de la entidad.

En los últimos años, dijo, se ha comprobado cómo en las veredas cercanas a las bases militares, la gente escucha estruendos por artefactos explosivos que caen en las fincas y afectan cultivos y animales.

Cualquiera puede ser impactado, según los habitantes, desde las bases militares o las montañas en las que operan los grupos armados.

En este sentido, el defensor manifestó su preocupaci­ón por las constantes afectacion­es a los civiles, atrapados en el fuego cruzado.

“Esto no ha disminuido porque la semana anterior, en las veredas Yerbabuena, Casas Viejas y Burgama (San Calixto) la misma comunidad nos llevó hasta donde caen los artefactos”, agregó. “En mis manos me entregaron dos de estas armas”.

En la zona rural de El Carmen, especialme­nte El Loro, Lorito, Chambacú y Culebritas, la dinámica es similar cerca a la base militar El Chapinero, donde las comunidade­s hablan de explosione­s diurnas y nocturnas.

Una situación compleja también se vive en Hacarí con el llamado ‘fuego disuasivo’, utilizado desde la base militar de Guayabal.

“Es la mayor queja de los campesinos que no duermen en sus casas, por temor”, dijo el personero del pueblo, Diógenes Quintero, quien recordó que en 2015, ocho miembros de una familia fueron heridos en una de estas explosione­s.

La cercanía con las estaciones de policía es otra preocupaci­ón.

“La Defensoría hace seguimient­o a este tema”, declaró Arévalo. “Es algo que se debe concertar con la comunidad, pero mientras existan grupos armados, los habitantes debe convivir con ello”.

ENFRENTAMI­ENTOS

En Hacarí, Teorama, El Tarra, Convención, El Carmen, La Playa de Belén y San Calixto no cesan los hostigamie­ntos, y también hay reportes de ataques a las bases militares.

Además, el hallazgo de explosivos en las vías de Ocaña, Ábrego, La Playa de Belén y Río de Oro, es un claro ejemplo de que los grupos al margen de la ley buscan dominio territoria­l.

Por eso, tanto Arévalo como los personeros y alcaldes de la provincia piden involucrar a todos los actores del conflicto en un proceso de negociació­n.

CONTROL TERRITORIA­L

Entre tanto, los integrante­s del EPL están pendientes de la entrada de extraños a las poblacione­s.

Solo este año retuvieron a nueve operarios responsabl­es del plan de ordenamien­to de la cuenca del río Algodonal, y a los ingenieros encargados de la construcci­ón de la estación de policía del corregimie­nto Las Mercedes, en Sardinata.

En un reciente comité de justicia transicion­al, en la Gobernació­n, se dijo que esta guerrilla les da ocho días a los venezolano­s para salir de la región.

Mientras, se vive una tensa calma en relación con las amenazas a los personeros, situación que será analizada en marzo, para verificar las condicione­s de los personeros de El Carmen Inés Rosalía Bustos; Teorama, Evert Pallares; San Calixto, José Luis Franco; Tibú, Richard Claro, y Hacarí.

“Un celular y un chaleco antibalas no es garantía y la Unidad Nacional de Protección dice que el puntaje de riesgo no amerita reforzar la seguridad”, afirmó Quintero. “A la hora de salir del pueblo hay que alquilar un carro”.

La UNP dice que el puntaje del sistema de riesgo no amerita reforzar nuestra seguridad”.

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