Cúcuta, la sexta ciudad con mayor número de pobres
De cada 100 personas en Cúcuta 40 son pobres, según los estudios de pobreza correspondientes a 2016, revelados por el Dane.
El desempleo, la informalidad laboral, la inflación y la situación fronteriza, le están pasando la factura al bolsillo de las familias cucuteñas, que cada vez tienen menos recursos para asumir los gastos de la canasta básica.
Entre las 22 ciudades capitales que tiene en cuenta el informe del Dane, a Cúcuta solo la superan Quibdó, Riohacha, Valledupar, Santa Marta y Florencia.
En Cúcuta la pobreza va en aumento, como una muestra de la difícil situación económica que afronta la región y de la ausencia de políticas para que las personas puedan mejorar su nivel de vida.
Durante 2016, el panorama de la incidencia de la pobreza se acentúo en la ciudad, en donde, de acuerdo con el reporte entregado por el Dane, 40 de cada 100 personas tienen dificultades para asumir sus gastos básicos.
Con este resultado, la capital se ubicó como la sexta del país con mayor incidencia de la pobreza (40,4%), un hecho que debería preocupar a las autoridades.
Si se tienen en cuenta los resultados de las dos encuestas de percepción ciudadana hasta ahora publicadas por el programa ‘Cúcuta Como Vamos’, la principal razón para que las personas se consideren pobres es la falta de empleo, seguida de otras como: la escasez de dinero, el no tener condiciones de vida favorables y no vivir en una casa propia.
La ciudad, como lo explicó el economista y docente de la Universidad Libre, Jorge Ramírez, tiene la conjunción de dos factores: desempleo e informalidad laboral, fundamentales para alimentar, tanto la línea de pobreza como la desigualdad social.
Durante los últimos años la capital de Norte de Santander se ha caracterizado por tener una de las mayores tasas de desocupación del país y la más alta de informalidad, esta última con un promedio del 70%. La unión de estos dos factores hace que las personas de bajos recursos tengan dificultades para conseguir empleo y cuando logran ocuparse lo hacen en condiciones precarias, con bajos salarios, explicó Ramírez.
Los ingresos son fundamentales al momento de medir la pobreza. El Dane utiliza dos indicadores, uno al que llama pobreza monetaria y el otro que técnicamente se conoce como pobreza extrema.
En el primero, que se refiere a las personas que en Cúcuta tienen menos de $266.000 al mes para cubrir los costos de la canasta básica, la ciudad registra un índice del 33,4%, es decir, que de cada 100 personas, 33 no cuentan con estos recursos para invertir en alimentos y otros gastos fundamentales.
El otro grupo, el de la pobreza extrema, en donde la inversión para la canasta básica no supera los 120.000 al mes, la incidencia es del 7%, con siete de cada 100 personas en esta condición.