El bolívar fue devaluado en el 96%
El gobierno venezolano oficializó, ayer, una devaluación de la moneda de 96 % en el marco de un plan de “recuperación y expansión económica” que promueve el jefe de Estado, Nicolás Maduro, para intentar salir de la crisis.
La depreciación fue notificada por el Banco Central que, en su página web, informó que un dólar estadounidense pasó de costar 2,49 bolívares soberanos a 60, un aumento de 2.311 % en el afán del Ejecutivo por unificar los tipos de cambio y “eliminar” el mercado paralelo.
Bajo el nuevo esquema, la banca fue autorizada a comprar divisas a particulares, pero no a venderlas, anunciaron los ministros de Comunicación, Jorge Rodríguez, y Economía, Simón Zerpa. Eso fue considerado “un sin sentido” por Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica.
El gobierno de Venezuela publicó la tasa que será punto de partida para el nuevo sistema cambiario, con una devaluación del bolívar de
96%, prevista desde que el presidente Nicolás Maduro anunció hace cuatro días una reforma económica.
Después de la entrada en vigencia de nuevos billetes que restaron cinco ceros a la moneda local, el Banco Central de Venezuela (BCV) publicó una tasa de 68,65 bolívares por euro, equivalentes a unos 60 bolívares por dólar.
Bajo las anteriores denominaciones, la tasa salta de 248.210 a 6.000.000 de bolívares por dólar, como había deslizado Maduro cuando anunció que el bolívar está ahora anclado al petro, criptomoneda que creó el gobierno para buscar liquidez.
El gobierno fijó el valor del petro en 3.600 de los nuevos bolívares y lo equiparó al de un barril de crudo venezolano, unos 60 dólares, lo que daba una tasa resultante de
6.000.000 de bolívares por dólar. El nuevo sistema cambiario es lanzado tras la derogación de una ley que establecía multas y penas de cárcel de hasta 15 años a quienes transaran divisas al margen de un rígido control de cambios vigente desde 2003.
Los venezolanos, ahora, podrán negociarlas en casas de cambio autorizadas, adelantó el gobierno.
Ante las sanciones financieras impuestas por Estados Unidos contra Venezuela y su petrolera PDVSA, los organismos gubernamentales dejaron de publicar valores con el dólar como referencia.
Las divisas en manos de los privados
Por su parte, el gobierno de Venezuela autorizó a la banca a comprar divisas, pero no a venderlas.
“Toda la banca nacional, pública o privada, puede recibir divisas del menudeo para cambiarlas a bolívares soberanos a personas naturales, nacionales o extranjeras”, dijo en rueda de prensa el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez.
Sin embargo, en otra conferencia, el ministro de Economía, Simón Zerpa, aclaró que las instituciones bancarias “no podrán vender divisas”.
Analistas aseguran que el gobierno busca captar dólares para hacer frente a su crítica situación financiera.
“Interesante sería si dijeran que puedes ir a los bancos a comprar dólares. Quieren captar dólares por donde sea y hacerlo solo por casas de cambio era muy restrictivo”, dijo el economista Leonardo Vera.
El gobierno necesita urgentemente liquidez en momentos en que la renta petrolera se desploma y el déficit llega al 20% del PIB.
Será una “tasa única” fluctuante en subastas oficiales con divisas ofertadas por privados, aseguró Rodríguez.
No habrá asignación de divisas del Estado. La primera subasta del nuevo esquema, prevista inicialmente para ayer, se realizará hoy. No habrá límites para ofertar, pero sí para comprar: 400.000 dólares mensuales para empresas y 500 para personas naturales.
Para Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, las medidas alimentarán el mercado negro, donde las cotizaciones se han disparado desde la semana pasada.
“Estamos en una nueva modalidad de control de cambio que no tiene nada que ver con un esquema de mercado abierto”, comentó Oliveros, quien considera “un sin sentido” que la banca pueda comprar dólares pero no venderlos.
El vocero de Ecoanalítica apuntó que el dólar negro seguirá disparándose, como ha sucedido en los últimos días. El dólar en el mercado paralelo se cotizaba este martes en 90 bolívares, aunque el número de operaciones, según expertos, fue bajo debido a la expectativa por los efectos de las reformas.
La reforma cambiaria está enmarcada en un plan económico de Maduro, que incluye también un aumento salarial de 3.400% y el alza de impuestos y de la gasolina, prácticamente regalada en Venezuela.