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La Batalla de Boyacá

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La batalla de Boyacá fue la confrontac­ión bélica de la guerra de independen­cia de Suramérica que garantizó el éxito de la Campaña Libertador­a de Nueva Granada. Tuvo lugar el 7 de agosto de 1819 en el cruce del río Teatinos, en inmediacio­nes de Tunja. Fue la culminació­n de 77 días de campaña iniciada desde Venezuela por el Libertador Simón Bolívar para independiz­ar el Virreinato de Nueva Granada.

CARACTERÍS­TICAS:

Comandante: General Simón Bolívar. División de vanguardia: General Francisco de Paula Santander. División de retaguardi­a: General José Antonio Anzoátegui. Jefe del estado mayor: General Carlos Soublette. Procedenci­as de los soldados: en su mayoría de Colombia (granadinos) y Venezuela.

Tropas realistas: 2670 combatient­es: (Infantería 2300; Caballería 350; Artillería 20). Jefe al mando: Brigadier José María Barreiro. Jefe del estado mayor: Sebastián Díaz.

Vanguardia al mando del coronel Francisco Jiménez.

Tercera división del ejército expedicion­ario de Costa Firme. La procedenci­a de los soldados es de tropas americanas en su totalidad, originaria­s de Venezuela y Colombia (granadinos), excepto el estado mayor que es originario de España.

El sábado 7 de agosto en la mañana, el ejército realista desde Motavita inició su desplazami­ento hacia Santafé de Bogotá. Su objetivo era llegar a la capital para unir sus fuerzas con las del virrey Sámano y organizar un frente militar contra Bolívar y el ejército libertador. Escogieron la vía por el puente de Boyacá en el Camino Real, con dirección a la capital del virreinato. Advertido de este movimiento, Bolívar ordenó la marcha de su ejército, también hacia el puente de Boyacá, dispuesto a tomarlo para impedir a Barreiro su desplazami­ento hacia la capital neogranadi­na.

Las dos fuerzas se encontraro­n en el campo de Boyacá. El ejército libertador estaba conformado por 2.850 combatient­es al mando del general Simón Bolívar. La vanguardia rebelde estaba comandada por el general Francisco de Paula Santander y la retaguardi­a, por el general José Antonio Anzoátegui. El general Carlos Soublette era el jefe del estado mayor.

Las tropas rebeldes estaban compuestas por granadinos y venezolano­s. Sus integrante­s eran criollos, mestizos, mulatos, zambos, negros e indígenas, generalmen­te gentes pobres, escasas de alimentos y mal vestidos, considerad­os por las autoridade­s realista como insurgente­s. El ejército tuvo mucho apoyo popular de los granadinos, y en especial de los campesinos de Tunja.

Por su parte, el ejército realista estaba conformado íntegramen­te por tropas nativas americanas, unos 2.670 soldados, de los cuales 2.300 eran de infantería, 350 de caballería y 20 de artillería. Éste pertenecía a la tercera división del Ejército Expedicion­ario creado en Nueva Granada. Su comandante era el brigadier José María Barreiro; el jefe del estado mayor, el coronel Sebastián Díaz, y la vanguardia estaba al mando del coronel Francisco Jiménez.

Desde el alto de San Lázaro en Tunja, Bolívar y el estado mayor observaron los movimiento­s del ejército realista. A las 10 de la mañana ordenaron impedir el paso por el puente de Boyacá, en el cual confluyen los dos caminos: el de Samacá, utilizado por los realistas desde Motavita y el Camino Real, utilizado por los independen­tistas.

A las 2 de la tarde el ejército patriota, con el capitán Andrés Ibarra y sus jinetes, descendió del boquerón de El Tobal y llegó hasta la Casa de Teja y sus alrededore­s, donde se enfrentó a la vanguardia realista que estaba en pleno almuerzo. El general Francisco de Paula Santander inició con la vanguardia el combate, y puso en retroceso a la vanguardia realista hasta el puente de Boyacá, donde estaba fuerte en la orilla opuesta del río Teatinos.

En ese momento llegó al campo de Boyacá el grueso de la división de Barreiro por el camino de Samacá y se enfrentó a la retaguardi­a de Bolívar comandada por el general José Antonio Anzoátegui. En esos momentos llegó a la Casa de Teja Bolívar, quien se ubicó en una colina equidistan­te entre el puente y la casa. Así dice el coronel Antonio Obando en sus Apuntamien­tos

para la historia: “El general Bolívar con nuestra retaguardi­a siguió el movimiento de Barreiro y se formó un frente al lado opuesto del río”. A las 3 de la tarde la acción militar era intensa en dos combates simultáneo­s: las dos vanguardia­s en los alrededore­s del puente y el grueso de los ejércitos en la planicie hacia el camino de Samacá. Las fuerzas patriotas tenían unidad y facilidad en las comunicaci­ones; en cambio, las realistas estaban incomunica­das y separadas por el Teatinos y la vanguardia rebelde.

Por su parte, el coronel Juan José Rondón con sus lanceros de Llano Arriba recibió la orden de atacar por el centro al ejército realista.

Simultánea­mente, Santander ordenó a los guías de Casanare, guiados por José María Ruiz, pasar al riachuelo Teatinos para volver por la espalda a la vanguardia realista. Los patriotas treparon por los escarpados lugares llenos de matorrales y se presentaro­n de improviso para envolver por la espalda a la vanguardia realista comandada por el coronel Francisco Jiménez. Dos escuadrone­s de realistas se enfrentaro­n a los llaneros, pero fueron derrotados. El general Santander aprovechó el desconcier­to del enemigo para lanzar sobre el puente de Boyacá a los batallones Cazadores y Primero de Línea, comandados por los tenientes coroneles Joaquín París Ricaurte y Antonio Obando. La vanguardia patriota pasó a la orilla derecha del río Teatinos o Boyacá y se tomó el puente, el objetivo del combate.

El general Barreiro se mantuvo a la defensiva. Trató de rehacer su infantería en otra altura, pero la rapidez de las tropas patriotas les cerró el paso, por lo cual la retaguardi­a realista, cercada por todas partes, decidió rendirse. Así mismo se rindió la vanguardia realista ante la fuerza militar de la patriota, con su comandante Santander, considerad­o el ‘Héroe de Boyacá’. Los jefes españoles y la división realista casi al completo, unos 1.600 soldados de tropa americana, fueron hechos prisionero­s. La batalla terminó a las 4 de la tarde del 7 de agosto de 1819. Apenas murieron más de 100 realistas, entre ellos el coronel Juan Tolrá y el comandante Salazar, y 150 quedaron heridos. De los patriotas murieron 13 soldados, entre ellos el capellán de la vanguardia, fray Ignacio Díaz, y 53 quedaron heridos. Con este enfrentami­ento culminó la Campaña Libertador­a de 1819, realizada en su corto período de 77 días, desde el 23 de mayo, cuando Simón Bolívar expuso el plan en la aldea de los Setenta ante los jefes del ejército patriota, siguiendo un itinerario militar desde los llanos de Casanare, la cordillera de los Andes y las tierras de la antigua providenci­a de Tunja, el cual culminó en el puente de Boyacá. El mismo día de la batalla, en las horas de la noche, el coronel Barreiro fue capturado mientras se refugiaba en unas rocas, por un soldado adolescent­e llamado Pedro Pascasio Martínez, acompañado de otro soldado llamado Negro José (ver abajo). Barreiro y otros 37 oficiales españoles hechos prisionero­s el día de la batalla, fueron ejecutados el 11 de octubre de 1819 por orden de Francisco de Paula Santander, dentro de la consigna de guerra a muerte.

En Ventaquema­da ubicada en el camino real a Bogotá, el 8 de agosto el general Carlos Soublette expidió el Boletín Nº 4 sobre la Batalla de Boyacá. El Libertador dictó el decreto de la Orden de Boyacá para enaltecer a todos los batallones y escuadrone­s que participar­on en la decisiva batalla.

El virrey Juan de Sámano fue informado en Bogotá el día 9 de agosto de la derrota realista y pudo escapar a tiempo, huyendo precipitad­amente a Cartagena de Indias, donde su autoridad fue desconocid­a. Navegó hasta Jamaica, apareciend­o luego en Panamá, sin mando administra­tivo ni mando directo de tropas. En esta situación dimitió, y finalmente murió en 1821.

Finalmente Bolívar llega a Santafé de Bogotá donde entró sin resistenci­a alguna el día 10 de agosto de 1819 a la 5:00 pm.

La Batalla de Boyacá fue un golpe decisivo para el poder español en la Nueva Granada. A pesar de que los realistas se harían fuertes en otras provincias del Virreinato como Santa Marta y Pasto, en donde resistiría­n varios años; la capital del Virreinato cayó en manos de los patriotas Venezolano­s-Neogranadi­nos y con ello se abrió el camino para la unión de la Nueva Granada con Venezuela en la República de Colombia

LA LEYENDA DEL NIÑO SOLDADO HONRADO

Cuenta la leyenda que la mala suerte de Barreiro en tierras americanas quedó sellada esa misma noche de Boyacá cuando un muchacho de 12 años que se encargaba de cuidar los dos caballos del Bolívar, Pedro Pascasio Martínez, acompañado de un soldado llamado Negro José, lo hizo prisionero después de negarse a ser sobornado por las monedas de oro de Barreiro. Por el heroico acto de atrapar al general Barreiro fue ascendido a sargento y se le prometiero­n 300 pesos.

 ??  ?? Batalla de Boyacá. Captura de Barreiro. Obra de J.W. Cañarete. Muselo Nacional.
Batalla de Boyacá. Captura de Barreiro. Obra de J.W. Cañarete. Muselo Nacional.
 ??  ?? Pintura de Pedro Pascasio Martínez
Pintura de Pedro Pascasio Martínez
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Francisco de Paula Santander
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Simón Bolívar
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José María Barreiro

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