Aniversario de la muerte de Gabriel García Márquez
En la Academia Sueca, García Márquez obtuvo el premio Nobel “Por sus novelas e historias cortas, en las que la fantasía y la realidad se combinan en un mundo rico de imaginación, re ejando la vida y los con ictos de un continente”.
En la madrugada del 21 de octubre de 1982, García Márquez recibió la noticia en México. La concesión del Nobel fue un acontecimiento cultural en América Latina. Las manifestaciones de euforia de colegas y amigos no se hicieron esperar, aprovechando la ocasión para corroborar el merecimiento del premio.
Juan Rulfo expresó que, “por primera vez después de muchos años se ha dado un premio de literatura justo”. Según Carlos Fuentes, el escritor colombiano ha logrado una de las mayores características de la cción moderna; la liberación del tiempo, a través, permitiendo recrear a sí mismo al ser humano y a su tiempo. Por su parte Jorge Luis Borges, quien murió sin que le fuera otorgado el Nobel, reconoció que el premio a García Márquez es todo un acierto.
El presidente de la época, Belisario Betancur fue el primer colombiano en felicitar a Gabo, diciéndole que “siempre le ha dado gloria a Colombia, su patria lo espera”. El presidente francés, Francois Miterrand, amigo personal de García Márquez, dijo: “Saludo con emoción al amigo personal. Saludo con respeto”.
El 8 de diciembre de 1982 en Estocolmo, García Márquez leyó su discurso en la ceremonia de premiación ante 400 personas, iba vestido con un traje “liquiliqui” de lino blanco, el mismo traje que usó su abuelo, al igual que los coroneles de las guerras civiles, un vestido aún representativo en ese entonces en el Caribe continental.
Su discurso “La soledad de América Latina “, fue traducido simultáneamente a ocho idiomas. En él se quejó de la falta de atención de las potencias a Latinoamérica. Denunció cómo los europeos se han equivocado en su posición frente al continente, y propuso cambiar esa visión a través de la creación de una nueva y gran utopía, la vida, que es a su vez la respuesta de Latinoamérica a su propia trayectoria de muerte.
Tiempo después se supo que los otros opcionados fueron el británico Graham Greene y el alemán Günter Grass, quien también ganaría el Nobel en 1999.
Desde muy joven Gabriel García Márquez se apasionó por la escritura, primero en el periodismo, luego en la literatura, pero siempre ha sido un apasionado por el séptimo arte.
Paradójicamente la obra más representativa del Nobel no ha sido llevada al cine. Cien años de soledad tal vez nunca se traslade al sétimo arte. García Márquez siempre prefirió que cada lector imaginara la historia.