Apuntes médicos: hacia dónde va la medicina
Han pasado ya 56 años de haber iniciado mis estudios de medicina. En Colombia, la medicina que conocí en mis siete años de estudio en la época referida, facultad de medicina de la Universidad del Valle, Cali, de corte e in uencia norteamericana, no contó con grandes descubrimientos ni adelantos cientí cos, tampoco con muchas ayudas de tecnología para su práctica, eso sí, me formé en un hospital universitario moderno para esa época, de los pocos que existían en el país, muy grande e importante para esos años, que abarcó una área de in uencia para cubrir la asistencia de salud de tres departamentos del occidente del país, el siempre recordado Evaristo García, estructura material moderna e inmensa, muy bien dotado de camas, de equipos y personal, con asistencia para la docencia de profesores de tiempo completo, la mayoría con estudios de postgrado en universidades de Estados Unidos.
La educación médica básica de seis años en mi caso y época, más uno de internado rotatorio, comprendió un inicio de dos años en la Universidad de los Andes de Bogotá, resultado de un ensayo traído de los Estados Unidos, único en el país, llamado de estudios pre-médicos, un tanto enfocados a las ciencias naturales y biológicas, a la genética , a las matemáticas, al pensamiento liberal y humanístico de la historia universal, de la losofía, de los idiomas y bellas artes, en n, un preámbulo académico de alta calidad antes de entrar en el verdadero campo del estudio curricular de la medicina que regía para las facultades en el país.
A mi modo de ver, ya entrado en el medio clínico de la práctica hospitalaria, a partir del cuarto año de estudios, fue una medicina paternalista, de enseñanza magistral en las clases como en el encuentro con los pacientes en las revistas de los servicios, centrada eso sí en el enfermo hospitalizado, ambulatorio y de la periferia, con poca o ninguna dirección hacia la investigación, escasamente nos dimos
cuenta los médicos de esas promociones de finales de los años 60, de la que escribo, del arribo de alguna tecnología o innovación del manejo de aparatos, quizás hizo su debut el ultrasonido, no se contaba con el avance de la radiología de imágenes e invasiva modernos, y muy posterior, ya en los años de mi especialización, pudimos conocer otras formas avanzadas de practicar medicina, que para los años mediados de los 70 cuando adelanté mis estudios de postgrado en Pediatría, y en adelante, el cambio fue total con el advenimiento de toda clase de tecnología que puso al día toda la ciencia médica, tanto a nivel privado como del estado, mejores médicos especialistas, mejores clínicas privadas y hospitales regionales. Sin embargo, la modalidad y calidad de medicina que se practicaba, más cercana al paciente y sus dolencias, dio un cambio brusco con la medicina llamada de gerencia, o comercial, con la puesta en marcha a la Ley 100/93 que la reguló, la masi có para formar granregionales des compañías de mercado, las EPS, que en el balance, es mi opinión, trajo grandes y graves consecuencias en la prestación de servicios de salud, tanto para los pacientes como para los médicos, cambios que todavía estamos viendo en este 2018, con hospitales
con graves problemas de liquidez, cuasi quebrados por falta de pagos, al igual que los servicios de clínicas privadas llevadas por el sistema a convertirse en IPS, con atención bajo la intervención de tutelas, con grandes intervenciones de las Cortes para tratar de regular los servicios ofrecidos y no cumplidos, y en general con un servicio de salud en entredicho, con una alta tasa de corrupción, pero eso, sí, mostrando el gobierno de turno unas coberturas de población casi universal, aunque muy discutida en la práctica, principio del nuevo marco en atención de salud, eslogan de salud para todos los colombianos.
MEDICINA DEL FUTURO
Hablando ahora de la nueva era de la medicina, y entrando en la web de internet, se reseña que el pasado mayo de 2015 cumplió 20 años de publicarse en línea, una de las mejores revistas médicas del país americano, Medscape, cuyo actual editor jefe, Dr. Eric Topol, en uno de los artículos de fondo, piensa que es el tiempo justo para mirar la medicina en una retrospectiva, como también, un poco hacia adelante, la llamada medicina del futuro.
Este editor médico, se re ere a una publicación suya en el diario e Economist de 1994, titulada, “El paciente que Ud. verá ahora”, donde en forma gra
cada retrata algunas predicciones audaces sobre el futuro, como el advenimiento de la cirugía robótica en el corto plazo para el año 2000, la cirugía teledirigida para el 2010, la medicina del envejecimiento para el 2020, la cura de enfermedades como el cáncer y otras catastró cas para el 2040, y para la cura de la mayoría de enfermedades para el 2050. Entonces, ¿qué depara el futuro de la medicina? Volviendo a la publicación, y sobre los temas propuestos, escribe que pensar en contar con una droga contra el envejecimiento y la longevidad para el 2020, parece demasiado optimista, sin embargo, compañías como Calico y Longevity Human Inc. están ya persiguiendo este objetivo de manera intensa y con fuerte inversión nanciera, que lo hará posible, y es que este tema del envejecimiento humano ha ganado de la ciencia mucho estudio e investigación, y llevará a un aceleramiento en el próximo futuro, para poder extender la vida útil de la humanidad , (la llamada y perseguida fuente de la eterna juventud ). Sobre la idea de que la mayoría de enfermedades sean curadas y que la esperanza de vida sana en el humano llegue a los 85 o 100 años, aunque atractiva, parece poco probable, dado que son muy pocos los casos de curas