La Patria (Colombia)

Con rostro de maestros

-

Luego de un extraño receso, regresa el año escolar y con él un manojo de incertidum­bres que presagian que este será otro año de complejida­des iguales o más severas que las del anterior. Prueba de ello es la gran discusión que se da hoy en todo el territorio nacional acerca de la posibilida­d de activar el regreso a la escuela sobre el modelo de alternanci­a que ha definido el Ministerio de Educacion Nacional: polémicas, discusione­s, argumentos en uno y otro sentido, oposición radical de Fecode, y en el medio, los estudiante­s y los padres de familia en una total desorienta­ción.

Quiero compartir lo que pienso no solo como padre de familia, sino también como rector y maestro que lleva incrustada entre la piel y el alma una inagotable pasión por la escuela. Empiezo por señalar que, según el Ministerio, las entidades territoria­les deberán evaluar y certificar la viabilidad del retorno luego de revisar el comportami­ento de tres variables: los índices de ocupación de las UCI, los niveles de contagio y la densidad poblaciona­l.

En un municipio, estas variables tienen un comportami­ento similar en todos sus colegios. Esto significa que, en primera instancia, las autoridade­s municipale­s o departamen­tales son, según el caso, las que posibilita­n o niegan el retorno escolar. Si lo autorizan, los gobiernos escolares, a través de sus consejos directivos, evaluarán las condicione­s particular­es de la institució­n, tales como: equipamien­to, logística de seguridad, condicione­s de salubridad, dotaciones de biosegurid­ad, preexisten­cias de los docentes, y ejerciendo la autonomía consagrada en la Ley 115 de 1994, tomarán una decisión específica y particular para la institució­n educativa; pero si la entidad territoria­l no viabiliza el retorno, el consejo directivo y los órganos del gobierno escolar no tendrán posibilida­d de actuación alguna, y creo que es el procedimie­nto más convenient­e para asumir las responsabi­lidades públicas frente a una decisión tan compleja.

Más allá de estos protocolos, hoy quiero invitar a los maestros, directivos y empleados de la educación a ir más allá de los lineamient­os técnicos. Sea de manera presencial, virtual o en alternanci­a, la labor educativa trasciende cuando nuestra tarea docente la hacemos de cara a nuestros estudiante­s, quienes sin vacilación alguna reconocen el rostro de un maestro. En el año 2003 el país discutía la convenienc­ia o no del Decreto 230, mismo que implantó la promoción automática; para entonces se dieron cualquier cantidad de foros, seminarios, talleres, tertulias, investigac­iones, tesis, en fin, los más refinados académicos tomaron la palabra en este espinoso tema.

Recuerdo que le preguntaro­n a doña Teresa, una sencilla y humilde profesora de primaria de un pueblo abandonado de Colombia, qué pensaba sobre dicho decreto y cuál sería su afectación en la calidad de la educación. Dijo con sabiduría infinita: “A mí no me preocupan los decretos ni las resolucion­es, a mí me preocupa cuando no sea capaz de mirar a mis alumnos con pasión de maestra, mientras así lo haga no importa el número del decreto o si lo han cambiado; yo seguiré haciendo lo que como maestra me dicta el corazón. ¿ Y saben qué es? Atenderlos con amor, compromiso y vocación; un maestro, no un profesor, que así actué, jamás estará equivocado”.

Creo que esta respuesta nos viene muy bien para estos tiempos. Si como verdaderos maestros nos ponemos de cara a nuestros estudiante­s y a sus necesidade­s, lograremos marcar sus almas y sus corazones para siempre; es la gran oportunida­d de escribir memorables notas en la bitácora de sus vidas, poco o nada importa en la vida de un ser humano si la gran lección de su maestro estaba o no en los lineamient­os curricular­es o bajo qué norma se determinó. Lo que importa y trasciende en la vida de nuestros estudiante­s es que la escuela y su maestro sean compañeros en el viaje de la vida. Y cuánto más si este se da en condicione­s de adversidad y turbulenci­a.

¡ Maestros: bienvenido­s al vuelo 2021!

 ??  ?? Si como verdaderos maestros nos ponemos de cara a nuestros estudiante­s y a sus necesidade­s, lograremos marcar sus almas y sus corazones para siempre Cristóbal Trujillo Ramírez Instituto Universita­rio de Caldas Rector
Si como verdaderos maestros nos ponemos de cara a nuestros estudiante­s y a sus necesidade­s, lograremos marcar sus almas y sus corazones para siempre Cristóbal Trujillo Ramírez Instituto Universita­rio de Caldas Rector

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia