Devoción y servicio
Manizales y nuestra región caldense han sido en pandemia o fuera de este percance una raza valiosa y fuerte, dotada de un deseo de progreso, superación y nobleza; en verdad es “fiel surtidor de hidalguía”.
En 1870 Mons. José Joaquín Isaza Ruiz, obispo auxiliar de Medellín hizo una visita pastoral a la recién creada parroquia de Manizales; en su relación escrita describe su grata impresión al llegar a esta colina y encontrar civismo, empuje, espíritu cristiano, “devoción y servicio”.
El año pasado la Arquidiócesis de Manizales cumplió 120 años de vida episcopal, recorrido llevado como una “divina tarea” gracias al “tesón de una estirpe”; esta sede episcopal ha traído en su animación evangelizadora una constante elevación que ha permitido superar los inicios difíciles, los incendios destructores y ha encaminado la feligresía hacia un compromiso solidario.
Ciertamente lo programado para el año no fue posible realizarlo, ya que el covid 19 nos paralizó, nos encerró e impidió toda celebración comunitaria para animar las comunidades parroquiales vitales.
Pero el 25 de febrero de este año Mons. Horacio Gómez Orozco entregó un trabajo inmenso programado como parte de esta celebración: la Historia de la Arquidiócesis de Manizales en estos 120 años.
En 484 páginas y una presentación editorial exquisita encontramos una narración maravillosa que nos lleva a contemplar nuestros pasado, ya que es cierto lo que anota 1 Macabeos 2,51: “Recuerden lo que hicieron nuestros antepasados y conseguirán gloria”.
Con el aporte de once articulistas Mons. Horacio ha compilado un recorrido emocionante que nos trae desde los orígenes de nuestro territorio hasta hoy. Resalta no sólo la actividad de diversos protagonistas ( Clérigos, religiosos y seglares en esta pujante vitalidad histórica, sino que también nos invita a detenernos en realizaciones sociales y arquitectónicas como templos, obras de caridad, cementerios, labor educadora, todo dentro de la actividad esencial de la Iglesia: la Evangelización.
Gratitud por esta inmensa obra esperada que traerá un renacimiento del ánimo para continuar sin decaimiento el servicio pastoral, que sostenga un nuevo despertar para salir airosos de esta difícil y oscura pandemia. Todo para mayor Gloria de Dios en el progreso de sus hijos.