Las demandas siguen por tragedia en vía a Bogotá
Familiares recuerdan los hechos. Las demandas siguen vigentes. A la vía le han hecho mejoras.
Familiares de víctimas de la tragedia de un bus de Bolivariano en la vía Bogotá- Manizales, ocurrida hoy hace 10 años, dicen que nadie las repara aún por esta pérdida.
El 13 de abril del 2011 llovía copiosamente en Manizales. Unos 15 días antes se habían registrado avalanchas y derrumbes debido al intenso invierno, pero las lluvias de esa tarde dejaron una tragedia sobre la vía al Magdalena, a 15 kilómetros de llegar a la ciudad.
Un bus de la empresa Expreso Bolivariano, que cubría la ruta Bogotá- Manizales, transportaba 19 pasajeros y llevaba dos conductores fue arrastrado por una avalancha hacia un abismo, más arriba de Sabinas. Nadie sobrevivió.
Marisel Usma, habitante de la finca La Mula para esa época, le contó entonces a LA PATRIA que hacia las 5: 30 de la tarde a los pobladores les avisaron que bajaba una avalancha por la montaña debido a la creciente de la quebrada La Mula; salieron corriendo de las casas y vieron sobre la vía al bus. Le hicieron señas al conductor para que no siguiera, y aunque él intentó retroceder, fue en vano porque la avalancha se llevó el vehículo. “Como si fuera un barquito”, dijo otra persona al día siguiente.
Preguntas y pocas respuestas
Una década después, Manuela Jaramillo, quien en este accidente perdió a su mamá, Ángela María Jaramillo, de 51 años, dice que recordar esto duele como en el primer día de la tragedia. “Y mucha falta la que nos hace”.
Ángela María vivía en Chinchiná y regresaba de Bogotá. Era cabeza del hogar constituido por otra hija y una nieta. Había viajado a acompañar a Manuela por la operación de su hija. Trabajaba en una papelería.
“Sabemos que salieron de Bogotá y tuvieron que desviarse para entrar por Letras. La última vez que hablé con ella fue a las 3: 30 p. m., dijo que todo iba bien, pero que había mucha
lluvia. Horas más tarde, cuando supimos del accidente, ya no contestaba el teléfono”.
La familia Jaramillo demandó por este caso a Bolivariano, pero asegura que no sabe siquiera qué ocasionó el accidente. “Nos hacemos muchas preguntas, en cuanto a la responsabilidad de la aseguradora, pues se supone que cuando uno compra un pasaje tiene un seguro, pero nunca nos dijeron nada. No sé si a las otras familias de los fallecidos
las buscaron. Seguimos pagando abogados. Sabemos que estos temas son largos, pero esperamos que haya una reparación”, expresa Manuela.
Triste
Por las demandas de las familias, la Fiscalía 14 seccional Unidad de delitos contra la vida y la integridad personal abrió investigación por homicidio culposo, que precluyó el 14 de diciembre del 2011 por la muerte del indiciado, que era el conductor del vehículo, y se declaró el hecho como siniestro natural. Las familias y sus apoderados judiciales se volcaron hacia los seguros y el Fosyga.
Cristian Pineda perdió en esta tragedia a su hermano Daniel Eduardo, de 21 años y estudiante de Veterinaria. “Yo vivía en Bogotá y él fue a comprar mercancía para vender con un socio. La envió por encomienda un día antes y se quedó para celebrar mi cumpleaños. Al otro día se levantó temprano y se fue. Unos amigos míos le compraron el tiquete en la terminal. Como no sabían el nombre de él, quedó con el mío y por eso en la lista de pasajeros salía yo.
“En el camino habló con mi mamá por teléfono, le contó que había trancones horribles para entrar a Manizales, que no iba a alcanzar a llegar a un partido
Organismos de socorro y miembros de la Sijín realizaron operativos para el rescate de los cuerpos.
de micro. Mi mamá le organizó todo, pero se fue acercando la noche y no entendía por qué no llegaba. Me llamó preocupada porque le habían dicho que no sabían nada de ese bus, pero creo que fue una tía la que la llamó y le dijo que se había accidentado. Guardamos la esperanza de encontrarlo vivo hasta el otro día”.
Cristian indica que por este caso sigue vigente una demanda colectiva y que los abogados les dicen que es un proceso que se demora. Pasó por fallo del Tribunal Superior de Caldas, apelaron de esta decisión y en el 2015 llegó al Consejo de Estado para segunda instancia. Ahí se encuentra.
“No se encontró responsable a Bolivariano, aducían que hace muchos años venían haciéndole la petición al Invías, que era una vía muy peligrosa, y se le endilgó la responsabilidad al Invías. Es muy triste y es una falta de respeto que la justicia obre tan lentamente para una reparación económica, pero no se compara con perder a un familiar”, sostiene Cristian.