La Cuchilla tiene buen clima, paisajes y comida
La dinámica social y comercial de La Cuchilla del Salado se ha transformado como un destino turístico tanto para propios como para visitantes. Las características del lugar la han llevado a ser punto de referencia.
“Una vereda como cualquier otra” así definen sus residentes lo que era La Cuchilla, un sitio en el que vivían las personas con la normalidad que marcaba el día a día, los niños al colegio, los adultos al trabajo, los pequeños comercios del lugar abrían para ofrecer sus productos. Sin embargo, su ubicación, la facilidad para llegar, el clima (algo más caluroso que Manizales) y su expansión, produjeron el cambio.
Tan fácil como coger un colectivo que va hasta la vereda o llegar en carro, a 10 minutos de la ciudad, para disfrutar de un almuerzo familiar, un helado o sentarse en la plaza de la iglesia hacen de este un verdadero plan dominguero.
Una visión de lo que allí venía ocurriendo la tuvo Diego Giraldo Yepes, un socio fundador de El Mirador de La Cuchilla, un negocio que se define como restaurante, bar, heladería, rancho y parque infantil.
Un multipropósito que se ha convertido en punto de referencia al ofrecer una variada carta, bebidas para pasar la tarde-noche, juego de rana, atracciones para los niños y paseos a caballo.
Diego expresa: “De un año para acá es mucho lo que se le ha hecho, se han abierto espacios nuevos, se tiene planeado abrir una minigranja para los niños y la invitación es para todos: familias, parejas, hasta el perro. Ofrecemos además un paisaje espectacular”.
Miradas
Una oriunda de esta vereda es Yanet Duque, quien dice que sus abuelos son colonizadores de la zona y que comenzó su actividad comercial en la parte alta con la tienda El Reencuentro, pero por la ascendente actividad vio una mejor oportunidad de negocio y se animó a emprender con un restaurante más cerca de la iglesia, al cual, sostiene, espera ponerle el mismo nombre de la tienda
Yanet vende comida típica, es decir, mondongo, frijoles y bandeja paisa que combina con un producto muy especial, un café de origen que se produce en la zona llamado El Manizaleño. Los visitantes son los que tienen la palabra del porque este es ahora un sitio de turismo, como lo indica Patricia Guzmán, quien señala: “Lo bueno es que está a las afueras de la ciudad, sin ser retirado, y tiene muchas formas de divertirse”.
Diana Corrales, afirma: “Vengo muy seguido por el paisaje, se come bien y es maravilloso porque uno puede transportarse hasta en buseta”.
Rocío Corrales también apunta: “Tiene un paisaje espectacular, se puede almorzar en varias partes y se conocen otros sitios como La Camelia y La Giralda”.
La Cuchilla, también tiene eso, que no hay que decir “del salado” para que las personas sepan de qué lugar se está hablando, se ha vuelto un “almorzadero” por referencia y sus habitantes invitan a darse “la rodadita”, porque eso sí, la bajada se nota.