En el ecosistema emprendedor, sí hay “futuro”
Como todos sabemos, la realidad del ecosistema emprendedor de la región se ha transformado. Tras un 2023 desafiante y un 2024 que tampoco promete ser un año de bonanza, las prioridades de los emprendedores han cambiado significativamente. Aunque para los emprendedores es clave lograr una salida exitosa, hoy deben concentrar sus esfuerzos en construir negocios sólidos, en crear valor a largo plazo, en crecer de manera sostenible y en tener el combustible para prosperar.
Resultados de encaminar estos esfuerzos se han comenzado a reflejar en las recientes rondas de financiamiento obtenidas por emprendimientos colombianos como Bold, Simetrik, Addi, Habi y Yuno. Estas rondas demuestran el creciente interés y apetito de los inversionistas por compañías con potencial de crecimiento sostenido y la capacidad de adaptarse a entornos desafiantes. En este contexto, los emprendedores enfrentan un desafío relevante, pues necesitan compaginar objetivos simultáneamente. Por un lado, deben gestionar los recursos disponibles de una forma eficiente para acercarse cada vez más a la rentabilidad. Por otro lado, necesitan crecer y no perder participación de mercado. Adicionalmente, la creación de valor a largo plazo también implica lograr un impacto positivo y duradero en la sociedad y economía global.
Si bien son tiempos complejos para los emprendedores, estos desafíos, traen algo positivo: permitirán sentar las bases para un ecosistema más fortalecido y estable, en el que podamos atraer más inversionistas de largo plazo, flujos de capital constantes y mayor confianza frente al potencial de crecimiento de las compañías.
Es en estos momentos cuando se vuelve relevante contar con el apoyo continuo de redes como Endeavor, que gesten e impulsen el apoyo entre los emprendedores para que puedan compartir sus experiencias, cocrear y poner sobre la mesa buenas prácticas y lecciones aprendidas. De la mano de Endeavor, los emprendedores de alto impacto acceden a mentorías y a una vasta red de contactos que marcan la diferencia a la hora de sortear el panorama actual.
Los anuncios recientes de Simetrik, Addi, Bold y Habi, que hoy ya son parte de la Comunidad Endeavor, y de Yuno, que está en proceso de selección para unirse, son un recordatorio de que, incluso en los tiempos más difíciles, es posible alcanzar hitos con una estrategia bien enfocada y con el apoyo adecuado. Pero, sobre todo, que este escenario retador actual debe convertirse en un aprendizaje para el futuro cuando los ciclos de bonanza y escasez se repitan.
Este es, por lo tanto, un tiempo para reflexionar sobre el rol que cada miembro del ecosistema emprendedor desempeña en la construcción de un futuro sostenible. Es la oportunidad para que el impacto de los emprendedores en el país comience a ser medido por la sostenibilidad en el largo plazo, el legado que dejan para las futuras generaciones y por su efecto multiplicador en el ecosistema, creando valor, pero, principalmente, retribuyendo, inspirando, asesorando e invirtiendo en otros emprendedores. Es esencial que el ecosistema emprendedor siga prosperando, porque, sin duda alguna, son estos emprendimientos los que impulsan el crecimiento en el país y promueven la equidad.