¿Para qué la OCDE?
El logro de que Colombia sea uno de los 37 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) es algo que debemos valorar en toda su dimensión. Ya ha tenido impacto en nuestras políticas públicas y lo va a seguir teniendo a futuro. Tiene, además, un significado menos tangible, pero no menos importante sobre la forma como nos percibe el resto del mundo, y debería tenerlo también sobre cómo nos percibimos nosotros mismos. Estamos ahí porque demostramos la suficiente solidez de nuestras instituciones y el compromiso para buscar mejorar permanentemente nuestras políticas públicas con seriedad y con base en datos y evidencias. El proceso de acceso motivó muchas transformaciones y reformas. Estas eran necesarias, algunas de las cuales veníamos intentando hacer desde hace tiempo. El acceso a la Ocde fue un catalizador y en numerosos casos nos permitió asesorarnos y mejorar la calidad de esas reformas con las experiencias internacionales. Algunos ejemplos de lo que se hizo:
• Se fortaleció el Ministerio de Trabajo para asegurar el cumplimiento de las normas laborales y luchas contra la informalidad y la contratación ilegal.
• Se robusteció la independencia de los superintendentes para evitar que tengan interferencias políticas en su labor.
• Se reformó la estructura de los impuestos a los licores y se reguló el ejercicio del monopolio por parte de los departamentos.
• Se amplió la capacidad de supervisión a los conglomerados financieros.
• Se emitió una política para que la regulación sea más coordinada, eficaz y transparente.
• Se aprobó una política nacional para el manejo y aprovechamiento de desechos.
• Se estructuró la agencia de compras estatales Colombia Compra Eficiente.
• Entramos a hacer parte de mecanismos internacionales de intercambio de información tributaria y adoptamos normas para luchar contra la evasión internacional.
Pertenecer a la exclusiva Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) le permitirá a Colombia compararse con los mejores y exhibir una carta de presentación que le facilite dejar atrás la imagen de ser un país problema.
• Llegamos a participar en mecanismos internacionales para luchar contra la corrupción y el cohecho internacional.
• Empezamos a poner en práctica una política ordenada de manejo de las empresas públicas, mejorando su gobierno corporativo. Para ello iniciamos retirando a los ministros de sus juntas directivas.
La lista de reformas es mucho más larga y no tenemos aquí espacio para incluirlas todas. Lo que hay que decir es que todo lo que se hizo fueron cosas convenientes y necesarias, y que no implicaron sacrificios de nuestros objetivos ni nuestra soberanía.
Ahora que somos miembros plenos de este club, que no es más que un centro de pensamiento sobre la mejor forma de hacer las políticas públicas para lograr un desarrollo sostenible e inclusivo, ¿de qué nos va a servir?
En primer lugar, vamos a estar en un permanente proceso de revisión y aprendizaje en todos los temas que maneja la institución. Nuestros funcionarios tendrán la oportunidad de intercambiar con sus colegas de 36 países sobre sus problemas comunes, sus éxitos y fracasos. Esto genera redes y conexiones de gran valor. Es un proceso que no se basa en las sanciones sino en el ejemplo y el intercambio.
Vamos a estar comparándonos permanentemente con 36 países en un gran número de variables. Aunque a veces no quedemos tan bien parados, no hay que tenerle temor
Vamos a estar comparándonos permanentemente con 36 países en un gran número de variables. Aunque a veces no quedemos tan bien parados, no hay que tenerle temor a equipararnos con los mejores.
a compararnos con los mejores. Esta es la mejor forma de motivarse para mejorar. El estímulo de superar al maestro siempre ha sido la característica de los estudiantes exitosos. No estoy de acuerdo con quienes dicen que como estamos tan atrasados en una u otra cosa no deberíamos tratar de hacer parte de esta institución.
Por otro lado, ser miembro de la Ocde es una carta de presentación del país en el exterior. Es un sello de calidad que nos va a abrir puertas en distintos escenarios y va a permitir que se vaya dejando atrás la imagen de ser un país problema y se reconozcan las grandes fortalezas que tenemos. Uno de los escollos que tuvimos que vencer durante el acceso fue cambiar la imagen negativa y vencer el desconocimiento sobre nuestra realidad entre muchos de los países miembros. Un impacto muy concreto de la confianza que genera tener este sello es el acceso a los recursos de ciertos fondos de inversión que solo invierten en países Ocde.
Además, vamos a poder ser actores, y no solo espectadores, de las definiciones que se están haciendo en este escenario sobre el manejo de temas globales como la ciberseguridad, la evasión internacional de impuestos, la lucha contra las prácticas anticompetitivas de empresas transnacionales, el seguimiento a la legalidad en las cadenas de suministro, entre otras. Estas discusiones van a enriquecerse con la interacción entre países desarrollados y en desarrollo al tener a Colombia como nuevo miembro.