La doble prioridad social
La equidad debe integrar el plan de recuperación económica en dos vías: generar empleo diferenciado y ampliar las ayudas monetarias.
Una de las secuelas socioeconómicas más graves de la pandemia serán los aumentos alarmantes en los niveles de pobreza y de desempleo.
En América Latina y el Caribe, de acuerdo a recientes cifras de la Cepal, 33 millones de personas caerán de la clase media a la baja, mientras que habrá unos 18 millones más de habitantes sin trabajo en la región.
Colombia no será la excepción. Las proyecciones de la pobreza en el país señalan que podía dispararse entre hasta 34 y 38 por ciento. La tasa de desempleo nacional correspondiente a mayo pasado ya llegó al 21,4 por ciento.
En paralelo con las medidas sanitarias, las políticas sociales en la respuesta contra el coronavirus deben integrar esa doble respuesta que mitigue el aumento de la pobreza y que reduzca en lo posible la hemorragia de puestos de trabajo.
No hay que llamarse a engaño. La economía colombiana destruirá mucho más puestos al final de este año que lo que lo harán otros países de la región. La razón es simple: la irrupción del coronavirus encontró al país con una tasa de desempleo que ya superaba los dos dígitos.
Si con la economía creciendo a buen ritmo, con potentes dinamizadores como la inversión y el consumo interno, y se registraba destrucción de empleos, ¿cómo será con una economía en camino al terreno negativo?
No obstante, el Gobierno Nacional no puede simplemente obviar su responsabilidad de comprometerse con el país con un plan de choque en generación y protección de empleos.
Así sea insuficiente y limitado, propio de la situación actual de incertidumbre y freno a la actividad productiva, los colombianos necesitan conocer al detalle cuáles son las metas de empleo que el Ejecutivo se compromete a crear o a sostener, en qué sectores y usando cuáles estrategias.
Los dos momentos políticos claves que se vienen, el 20 de julio y el 7 de agosto, constituyen una oportunidad propicia para que el Gobierno Nacional exponga su plan integral de recuperación económica.
Recuperación que debe sumar a los alivios a las empresas, ayudas a los empleos y a los hogares. En otras palabras, Colombia debe prepararse desde ya para retomar una senda de rebote con equidad.
La recuperación de la economía con equidad debe integrar planes que no solo protejan el tejido empresarial, sino también sostengan empleos y amplíen al máximo posible las transferencias monetarias a los más vulnerables.
Si no hubo empleo con la economía en la senda de crecimiento, no habrá tampoco el necesario en medio de esta crisis. Por esa razón, las estrategias hacia esta área deben incluir aspectos diferenciales en beneficio de las poblaciones más afectadas como las mujeres, los jóvenes y los informales.
La doble prioridad en la recuperación con equidad debe concentrarse en la búsqueda de mitigar ese severo impacto del desempleo en mujeres y jóvenes mientras se despliegan canales de transferencias monetarias a los hogares más vulnerables, incluidos los de los informales.
La destrucción de puestos de trabajo y el retroceso en los avances sociales, desatados por la pandemia del coronavirus, son inevitables. Desde ya se conoce la cara femenina y joven de la crisis social de la covid-19 y cómo se traducirá en muchos más colombianos bajo la línea de pobreza.
Pero es tarea del Gobierno Nacional buscar crear condiciones que reduzcan esas consecuencias que desde ya se están identificando. Si la ampliación temporal de los canales de ayudas monetarias ha demostrado ser colchón en la caída de los hogares, ¿por qué no integrarlos todos en la modernización de la política social? Acierta el Ejecutivo en la preocupación por reactivar la actividad empresarial. El mismo nivel de atención debe generarle el empleo y la pobreza.
La equidad debe integrar el plan de recuperación económica en dos vías: generar empleo diferenciado y ampliar ayudas monetarias”.