‘¡Lee lo que tu quieras, pero lee!’
La Biblioteca Nacional y el Ministerio de Cultura van tras el sueño de todo profesor: lograr que los jóvenes se interesen por la lectura. PUBLIMETRO habló con Jhonatan Clavijo, coordinador de este proyecto
“La lectura no debe ser algo obligado, ya que todos leemos, así sea algo corto. Probemos a leer otras cosas, dirijamos a las personas a esos múltiples contenidos que les puedan interesar. Cambiemos el paradigma” Jhonatan Clavijo, coordinador del proyecto
En Colombia, un adulto lee un promedio de dos libros al año. En países como Chile y Argentina, el promedio de libros leídos al año es de cinco, y en lugares como Noruega y Alemania la cifra asciende hasta los 17.
La iniciativa ‘ Lee lo que quieras, pero lee’ busca ampliar la noción de lo que significa la lectura. “No es necesario leer una obra literaria clásica para considerarse lector”, dice Jhonatan Clavijo, coordinador de este proyecto, quien menciona que para muchas personas el gran problema es que la lectura ha sido vista como algo obligatorio, que no se asocia con el ocio y la diversión. Esto lleva a que la gente no se interese por buscar aquellos contenidos que tal vez serían más afines a ella, dependiendo de sus gustos: “La lectura no debe ser algo obligado, ya que todos leemos, así sea algo corto. Probemos a leer otras cosas, dirijamos a las personas a esos múltiples contenidos que les puedan interesar. Cambiemos el paradigma.”
Para Clavijo, el truco está en desligar la idea de la lectura del sentimiento de tedio, pero todo comienza con el hecho de bajar a la lectura del pedestal en el que se encuentra: “Hagámosla cotidiana y, a partir de ahí, salgamos con un mensaje: ‘Lee lo que quieras, pero lee’. No necesitas leer Los Hermanos Karamazov para considerarte un lector. Hay múltiples categorías, como el estudio, el ejercicio profe- sional… todas esas lecturas cuentan. Las nuevas tecnologías también nos dan la posibilidad de acceder a múltiples textos de diversos contenidos y tamaños.”
Uno de los eslóganes de la campaña es: “Si leer te parece aburrido es porque no has leído lo que te gusta”, que busca que las personas reconozcan que, incluso al estar en redes sociales, leer un cómic o una revista, existe una actividad de lectura.
Además, la campaña invita a que las personas acepten definitivamente los medios digitales como un recurso para leer para dejar atrás la noción de que solo un libro en físico hace lectora a la persona. En respuesta a esta tendencia, se han digitalizado más de 30.000 libros para hacerlos accesibles a través de la plataforma digital de la Biblioteca Nacional.
Cuestión de gustos
Ya que se tiene claro que uno de los focos del problema de la lectura en el país está en el hecho de que las personas no están accediendo a los textos que podrían interesarles, una de las herramientas del proyecto consiste en identificar los gustos de la población joven del país.
Esto permitió definir unos gustos predominantes: viajes, gastronomía, deportes, cine, música, temas ecológicos (conservación animal), videojuegos y series actuales que sean tendencia. La teoría de este proyecto insiste en que, al ofrecer contenidos relacionados con estas temáticas, los jóvenes se acercarán a la lectura y harán de ella un hábito.
No es lo mismo leer, que leer ‘bien’
La comprensión de lectura es una de las grandes debilidades de la educación colombiana, situación que se hace evidente comparando los promedios de pruebas PISA de la región. No obstante, Clavijo explica que este punto es la otra cara de la moneda, puesto que desde la Biblioteca Nacional y el Ministerio de Cultura se trabaja en ofrecer acceso a la lectura, pero desde el Ministerio de Educación es de donde se refuerza el aprovechamiento y explotación de esos recursos: “Desde las bibliotecas públicas hacemos un ejercicio de promoción y acceso a la lectura aportando a crear un hábito. Esta es una labor articulada que no se desconoce desde la política pública. La campaña solo es una parte de un plan mucho más grande”.