Seis años después, la Uniautónoma del Caribe no sale del limbo financiero
Ayer se levantó el paro de docentes tras la decisión del Ministerio de Educación de pagar los sueldos. Sin embargo, la polémica hasta ahora inicia
Ayer en la noche, el sindicato de profesores de la Universidad Autónoma del Caribe levantó el paro que había iniciado desde hace 16 días para llamar la atención del Gobierno Nacional ante graves irregularidades en el manejo financiero de esta institución.
Con el levantamiento del paro se espera retornen a la normalidad académica los más de 10.000 estudiantes de pregrado y 2000 de posgrados y convenios.
El paro fue levantado debido a que el Ministerio de Educación comenzó a realizar los primeros pagos a los docentes y al personal administrativo.
El silencio y la tensa calma que habían reinado en la Universidad Autónoma del Caribe estas dos semanas fueron interrumpidos ayer, cuando agentes del CTI ingresaron al edificio administrativo de la institución.
La diligencia la realizaron acompañados de funcionarios del Ministerio de Educación Nacional y el rector encargado, Víctor Armenta.
Esta acción judicial se cumplió al tiempo que el Sindicato de la Universidad Autónoma, en junta extraordinaria celebrada a primera hora del día, decidiera habilitar el ingreso de personal al centro universitario.
En el centro de la polémica está el exrector de la institución, Ramsés Vargas, quien tuvo que renunciar a su cargo tras la protesta de estudiantes, funcionarios y personal de los sindicatos, que exigen una depuración de ese órgano administrativo.
En la tarde de ayer, se informó, extraoficialmente, que la Fiscalía habría emitido una orden de captura contra el exrector, pero esta información fue desmentida por el fiscal Néstor Humberto
Martínez en Bogotá.
¿Qué está pasando en la Autónoma?
Ramsés Vargas asumió la direccion de la Uniautónoma luego del desfalco que habría llevado a cabo Silvia Gette, su predecesora.
Si bien Gette, presa por homicidio y soborno, está enfrentando a la justicia por enriquecimiento ílicito, lavado de activos y fraude procesal, Vargas no pudo ‘salvar’ a la universidad, como lo prometió cuando asumió la dirección. Cinco años después, la alma mater volvió a estar en limbo financiero,
hechos que están siendo investigados, y en agosto del año pasado, cuando la entidad dejó de pagar los sueldos, salud, pensiones y cesantías a sus decanos, directores de programa, profesores de tiempo completo y personal administrativo, la universidad se volvió a robar la atención de la prensa y las autoridades.
“Los decanos no recibieron sus sueldos desde agosto y los profesores de tiempo completo desde noviembre, y estamos revisando el tema de si también dejaron de pagar las pensiones”, dijo el docente de la Universidad Autónoma, Isaías Molina, a PUBLIMETRO.
En aquel momento, el rector Vargas había hecho un llamado a la calma y les había asegurado a los docentes y empleados que el mal momento financiero que atravesaba la entidad se debía a una “crisis pasajera”, de acuerdo con el testimonio del profesor Molina.
‘Navidad negra’
Los meses pasaron e hicieron correr la voz en la ciudad sobre la difícil situación que estaban pasando algunos docentes, pero sin interferir con el transcurrir de las clases. “Siempre que le tocábamos en la mesa el tema de salarios al señor Ramsés, nos decía que no tenía fechas”, recordó Helmuth Morales, presidente del Sindicato de la Universidad. Sobre el por qué demoraron tanto tiempo en denunciar las irregularidades que estaban ocurriendo en la universidad, algunos docentes señalaron que, durante el mes de diciembre, un grupo de profesores intentó sublevarse, pero todos fueron despedidos. “Al principio hubo confianza, buena fe, pero al ver que despidieron a muchos de nuestros compañeros comenzó la época del terror y el miedo”, contó Molina. Muchos docentes aseguraron que pasaron lo que ellos llamaron una ‘Navidad negra’, debido a la difícil situación económica. “Han sido meses duros, difíciles para mí y mi familia. Tuve que vender el carro, y ahora mismo estoy viviendo de las tarjetas de crédito, y así no se puede porque atenta contra nuestra dignidad”, lamentó el profesor Molina, quien es doctor en Comunicación de la Universidad Nacional de la Plata, Argentina.
Luego de más 20 días de protestas, profesores, estudiantes y padres de familia lograron que el proceso fuera revisado por el Ministerio de Educación, que la Fiscalía entrara a vigilar el ente y su victoria más celebrada fue lograr la renuncia del rector, según el Sindicado de Maestros.
Venta de bienes
De acuerdo con un informe que la Subdirección de Inspección y Vigilancia le entregó al Ministerio de Educación sobre los estados contables de la institución, el valor de los bienes de la universidad sumaba 134.680 millones de pesos. De estos, han sido entregados en garantía a Davivienda, Fiduciaria BBVA y el Helm Bank, propiedades por 89.182 millones de pesos.
Según el informe, por la crisis administrativa y financiera, la Universidad Autónoma ha perdido y comprometido 47 de sus bienes más valiosos, la mayoría localizados en el sector de la carrera 46 y 49C, entre calles 88 y 90, como el bloque administrativo, la biblioteca, el edificio de parqueaderos y el consultorio jurídico; también el polideportivo de 14 hectáreas, considerado la ‘joya de la corona’ debido al sitio donde se encuentra, en la autopista a Puerto Colombia, y varios apartamentos.
Los investigadores hallaron 11 inmuebles hipotecados: la sede del Centro Jurídico y la Sala de Arbitramento, hipotecado a B&V Comunicaciones Estratégicas; una sede del jardín Mi Pequeña Uniautónoma y la sede de la Dirección Académica, hipotecadas a Inversiones Agropecuarias de la Costa; la otra sede del Centro de Educación Permanente, seis apartamentos del Edificio Sol Caribe y una casa llamada Villa Aireen, también hipotecados a B&V Comunicaciones Estratégicas.
La Autónoma entregó una lista de otros 10 inmuebles, pero no incluyó, dice el ministerio, los certificados de tradición. Por lo tanto, no se sabe en qué condiciones jurídicas están.
Sobre la venta de estos bienes, Sandra Devia, quien es presidenta de la Sala General de la Universidad Autónoma del Caribe, indicó que “jamás
se aprobó la venta del Polideportivo” y añadió que “en ningún momento se le aumentó el salario al señor Ramsés Vargas Lamadrid a 20 millones de pesos, con una bonificación mensual de 4000 dólares”.