“Dar voz a este periodo de la historia afroamericana en ‘Mudbound’ fue un honor” ROB MORGAN
Mudbound: el color de la guerra, que obtuvo cuatro nominaciones al Óscar, cuenta la historia de dos soldados estadounidenses que vuelven de la Segunda Guerra Mundial con una amistad inquebrantable, para enfrentarse a un panorama de pobreza y racismo que los pondrá a prueba
Rob Morgan es conocido por dos series de Netflix: Daredevil, de Marvel, en la que encarna al informante Turk Barrett, y Stranger Things, en la que interpreta al oficial Powell. En Mudbound, Morgan se convierte en Hap y se vuelve a juntar con la directora estadounidense Dee Rees, con quien trabajó en Pariah.
Cuando comenzó este proyecto, ¿en qué momento supo que Mudbound era algo especial?
Creo que Dee Rees ya ha demostrado que su labor artística es sumamente sólida en lo que respecta a la realización cinematográfica, a su narración, a su sensibilidad hacia los personajes y al espacio que crea para que uno juegue como narrador o actor. Cada vez que Dee dice, “oye, tengo este proyecto para ti” no hay que pensarlo demasiado.
A Hap lo vemos tragándose sus emociones muy a menudo, ¿qué pensaba en esos momentos en los que, por su propia seguridad, su personaje tiene que ser reservado y no mostrar cómo se siente en realidad?
Una de las cosas que me encantaron de esta película, además de que fuera adquirida por Netflix, es que se trata de un periodo en la historia afroamericana al que rara vez se le da voz. En nuestras películas, a menudo, partimos de la esclavitud. En algunas ocasiones, con suerte, llegamos a ver la experiencia de los aparceros representada. Mi tatarabuelo era aparcero. Mi abuelo iba a serlo, pero se fue a Carolina del Norte, donde cultivó su propia tierra y ganado. Yo obtuve la experiencia porque desde los cinco hasta los 13 años me enviaban todos los veranos a trabajar en los campos de tabaco con mucha gente. Entonces, para mí, tener la suerte de dar voz a esas personas fue un honor. Como artista, quería poner a Hap Jackson a la vanguardia y crear una nueva tendencia que muestre que somos seres humanos, que amamos a nuestras esposas y a nuestros hijos. Me pareció una hermosa historia para interpretar.
¿Cómo influyó la locación agreste que tuvo la película?
En la película el entorno es como un personaje. Era sofocante, algunos días alcanzábamos los 43°C. Personalmente, me encanta, porque creo que eso nos ponía aún más en situación, lográbamos vivir eso y volcarlo en pantalla. Filmamos en Louisiana, donde no había nada más que plantaciones. Conocí a una familia que posee 11 kilómetros de tierra en Norteamérica. ¿Puedes creerlo? Lo que se ve en la pantalla es, creo, la representación más honesta que se podría hacer sobre ese período con lo que se nos dio. Lo estábamos viviendo. Pedí que mi ropa no fuera lavada todos los días, debido a que mi personaje, en la vida real, no lavaba su ropa a diario. Así que, como narradores, todos teníamos nuestras pequeñas peculiaridades, que obtuvimos de ese entorno.
Y debo decir que fue intenso. La primera escena que filmé fue la última escena de la película. Nunca olvidaré cuando iba caminando hacia allá, y caí en cuenta de lo difícil que sería. Allí pensé, “bienvenido a Mudbound”, y el resto es historia.