LOS ÚLTIMOS CLAVADOS DE ORLANDO DUQUE
El clavadista vallecaucano continúa destacándose en su profesión y se ha convertido en uno de los máximos referentes colombianos en el ámbito mundial. PUBLIMETRO habló con él sobre una de sus arriesgadas hazañas: hacer un clavado desde un iceberg
Nota disponible en audio, escaneando este código QR. Utilice la aplicación Igetax Orlando Duque no deja de sorprendernos. Cuando se cree que ya llegó a su límite, realiza un salto espectacular. No le bastó con hacerlo desde un helicóptero ni desde asombrosas alturas y mucho menos en medio de un eclipse solar. Por eso, decidió realizar un clavado desde un iceberg. Parece una historia de ciencia ficción, pero en entrevista para PUBLIMETRO, se refirió a esta increíble experiencia.
Ha saltado en muchos países, en cada uno de los continentes, desde varios lugares, pero ¿en qué momento pasa por su cabeza realizarlo desde un iceberg?
Era algo con lo que soñaba desde hace muchos años. Siempre decía como: ‘Uy, saltar desde un iceberg... ¡me encantaría hacerlo!’, pero uno como que no dimensiona qué implica saltar desde allí.
Justamente, haciendo referencia a estas implicaciones, ¿cómo fueron los preparativos?
La logística para llegar a la Antártida es complicadísima. Es uno de los sitios más lejanos y complicados en los que he estado en el mundo, pero gracias a la Armada que va con la expedición científica, pudimos ir con ellos. No solo es que el buque nos llevara, sino que además iban con todos los equipos necesarios: médico, enfermero, teníamos buzos profesionales, entrenados en temperaturas polares. Necesitábamos toda esa infraestructura y equipo completo, pero funcionó muy bien, a pesar de ser complicadísimo y dificilísimo.
Después de haber planificado todo y ya estando en el lugar, ¿se encontraron con lo que esperaban?
En dos meses armamos todo y nos fuimos. Uno llega con una idea y una imagen de qué es lo que va a poder hacer, pero todo es mucho más complicado. Las condiciones en la Antártida son muy difíciles, la temperatura del agua también, porque nunca había saltado a esa temperatura. También lo complicado que es un iceberg, pero todo eso lo fuimos aprendiendo mientras estábamos allá.
¿Cuál fue la clave para que el salto fuera un éxito?
Mi experiencia, porque lo más importante es que pueda saltar y logre controlar un clavado de esos, pero el resto lo teníamos que solucionar allá. Es completamente resbaloso, entonces teníamos que buscarle solución a eso. Había que buscar unos icebergs a los que tuviéramos acceso caminando, porque escalar y después saltar ya sería añadirle muchos más elementos. El agua, era la primera vez que usaba el traje de neopreno que llevé, porque normalmente no salto con trajes tan gruesos, era bastante incómodo porque era muy apretado, pero eso lo íbamos solucionando mientras estábamos allá. Finalmente, todo se dio perfecto, logramos encontrar lo que queríamos y hacer los saltos que queríamos.
Ser uno de los máximos referentes del deporte colombiano no es nada fácil, ¿cómo asume esta gran responsabilidad?
Soy muy afortunado. Mi carrera ha tenido muy buenos resultados que la gente reconoce y aprecia. Eso me gusta. Pero es una responsabilidad grande porque uno se vuelve un referente y un ejemplo para los jóvenes, entonces es algo complicado. Lo hago naturalmente, es lo que hago, este es mi trabajo, es mi profesión, me siento afortunado de que a la gente le guste lo que hago, lo admire, y lo hago como un profesional más, entonces, si se puede dar ejemplo, perfecto.
Que la gente reconozca que hay mucho trabajo detrás de lo que hago, pero que también sepan que lo hago porque me encanta. Saltar al agua es lo que me encanta, entonces bonito que reconozcan eso.
Empezó jugando fútbol, estuvo en el Ejército, fue actor en una película y terminó como clavadista, ¿con qué otra faceta de Orlando Duque nos podremos encontrar más adelante?
Todo eso que he hecho casi siempre ha sido relacionado con el deporte. Continúo mi carrera deportiva como competidor, pero estoy pronto a retirarme. Creo que en la temporada de 2019, me retiro de competencia, pero sigo involucrado con el deporte. Estoy muy metido en la Federación Internacional de Natación, soy parte del comité técnico, soy parte del comité de atletas, un poco en la parte administrativa. Quiero empujar para que este deporte entre en los Juegos Olímpicos y será una campaña bastante larga, entonces creo que voy a seguir hacia ese lado administrativo que igual me gusta, ya tengo cierta experiencia y en últimas no quiero alejarme del deporte, que eso es lo que yo sé.
¿La familia influyó en la decisión que acaba de tomar en torno a su retiro el próximo año?
La parte familiar, pero sobre todo la parte física. El entrenamiento es muy extenso, complicado y cansón. Toca entrenar todos los días donde esté, en cualquier ciudad del país y en cualquier país del mundo. Tengo que estar entrenando. Es una preparación constante. Si me tomo tres semanas libres al año, es mucho, entonces quiero darle un descanso a eso y relajarme después de 30 años en estas. Y pues sí, obviamente, uno tiene más tiempo para estar con la familia. No habrá tantos viajes como en este momento. Ya lo de deportista creo que se ha hecho y lo he hecho bien, entonces a ver cómo lo podemos hacer desde el otro lado.
Este deporte no es para cualquiera, seguro se necesita tener determinación, ser arriesgado, entre otros factores. ¿Cuáles fueron sus principales virtudes a lo largo de su carrera?
Soy muy disciplinado y dedicado. Siempre me pongo metas muy claras, pero apenas quiero alcanzar una meta, no es que simplemente diga como: ‘Quiero ser astronauta porque sí’. ¡No! Quería ir a la Antártida y empezamos a hacer la tarea hasta que logramos contactarnos con la Armada, hicimos todo lo que teníamos que hacer y fuimos. Entonces, siempre que trazo esas metas, tengo un plan muy claro. Eso siempre ha sido mi característica, no solo en el deporte, sino también en mi vida personal.
Ya ha saltado desde el rincón más pequeño del mundo ¿Qué sigue?, ¿desde dónde va a saltar?
Sigo saltando y saltando. Estaba viendo unas cascadas donde quiero saltar. Quiero ir a Iguazú, hacer unos saltos más en otros sitios, en Colombia estoy buscando. Veo el mundo con otros ojos y quiero seguir saltando. El día que pare de competir, no quiere decir que pare de saltar. Lo voy a seguir haciendo, solo que ya no a nivel competitivo. Sigo con mis proyectos de aventura. Esto es muy divertido y ojalá lo pueda seguir haciendo por muchos años, porque en serio lo disfruto.