La silla vacía en el Partido Conservador
El caso de la representante y senadora electa, Aida Merlano, abrió el debate sobre las posibilidades de aplicar esta sanción a toda la colectividad
La silla vacía en Colombia es una sanción que se le aplica a los congresistas a los que se les ha comprobado que han cometido un delito y consiste en perder la curul que ocupan en el Congreso.
Pero, en algunos casos, la curul es cedida a otro miembro del partido.
Esta sanción se ha aplicado muchas veces en el país, pero este año se presentó un caso muy temprano, en medio de las elecciones legislativas. Se trata de la representante Aida Merlano, a quien las autoridades investigan por presunta compra de votos, hecho que le habría permitido alcanzar 73.250 para convertirla en una de las 15 senadoras del partido Conservador para el periodo legislativo 2018 - 2022.
¿Habrá o no silla vacía?
El caso de Merlano apenas empieza, y no será hasta antes del 20 de julio que la justicia determine qué ocurrirá con su curul. Por lo pronto, se sabe que la Procuraduría la suspendió de su cargo actual (representante) por presuntos delitos electorales, mientras que en Barranquilla se adelanta el juicio contra cuatro capturados en su sede de campaña, entre ellos a su hermana.
La Fiscalía, por su parte, compulsó copias a la Corte Suprema de Justicia para que congele el proceso de declaratoria de elección como senadora. Sin embargo, este proceso no es así de sencillo. Según miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE), primero tendrán que demostrar que hay causales de inhabilidad. Es decir, que la investigación de alguno de los entes arroje un resultado en su contra.
¿Y el partido?
Quienes podrían quedar en el limbo son los miembros del partido Conservador, que perderían una curul si no es asignada a Javier Mauricio Delgado, quien ocupó el puesto 16 en la lista del Senado.
En una rueda de prensa, el procurador General, Fernando Carrillo, citó el artículo 134 de la Constitución para solicitar que se le aplique “la sanción de la silla vacía” al partido. “Creemos que es inaceptable que un partido, y estamos seguros que así lo debe interpretar el partido Conservador, acuda a 73.250 votos viciados de nulidad para sumarlos al caudal electoral que consiguió en las elecciones el pasado 11 de marzo”, manifestó.
De hecho, Carrillo cree que con la suspensión de la representante, los conservadores están aceptando que pudo presentarse un fraude.