El Supremo aplaza juicio e impide encarcelamiento de Lula da Silva
Hasta el 4 de abril fue aplazado el análisis del habeas corpus solicitado por el expresidente y se le concedió el salvoconducto hasta esa fecha
La Corte Suprema de Brasil aplazó el análisis del habeas corpus solicitado por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva para evitar su encarcelamiento una vez agotados los recursos en segunda instancia, pero le concedió un salvoconducto hasta que el órgano retome las discusiones el 4 de abril.
El pleno de la máxima corte del país determinó que el exmandatario no podrá ingresar en prisión hasta el dictamen final del juicio del habeas corpus, aun cuando el tribunal de segunda instancia que lo condenó a 12 años de prisión por corrupción rechace el próximo lunes el recurso interpuesto por la defensa.
El Tribunal Supremo brasileño decidió aplazar la audiencia de casi cinco horas de duración, luego de que algunos magistrados así lo solicitaron para poder atender, según alegaron, diversos compromisos de agenda.
Sin embargo, antes de levantar la sesión, el abogado de Lula, José Roberto Batochio, solicitó una cautelar a través de la cual su defendido no pudiera ser encarcelado hasta la resolución final del análisis de ese habeas corpus, de carácter preventivo.
Contrariando la opinión de la Fiscalía, el pedido fue aprobado por la mayoría de los 11 magistrados del pleno, lo que supone una victoria parcial para el exjefe de Estado (20032010), la primera después de ser condenado en enero pasado a 12 años de prisión.
Lula fue condenado el pasado 24 enero por los tres magistrados de la octava sala del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región de Porto Alegre, quienes lo hallaron culpable de los cargos de corrupción pasiva y lavado de dinero y además le aumentaron la pena de nueve –dictada por el juez Sergio Moro– a 12 años de cárcel.
Ese fallo, como fue unánime, solo permitió presentar un recurso en ese tribunal, denominado embargo de declaración, que en ningún caso puede revertir la sentencia, sino tan solo pedir esclarecimientos relativos a los argumentos presentados por los jueces.
La defensa presentó en febrero pasado varios embargos de declaración, que serán analizados el próximo lunes por los tres jueces que lo condenaron y, de ser rechazados por completo, Lula podría haber ido a prisión en los días siguientes.
Una decisión cautelar de la Corte Suprema tomada en 2016 permite que una sentencia empiece a ser ejecutada una vez concluyan todas las apelaciones en segunda instancia y aun cuando haya posibilidades de otros recursos en instancias superiores.
Sin embargo, Lula ganó una tregua tras la cautelar dictada por el Supremo, que volverá a retomar el caso el 4 de abril y cuya votación se prevé ajustada.
Antes, los abogados de Lula intentaron sin éxito conseguir un habeas corpus preventivo en el Tribunal Superior de Justicia (tercera instancia) y ayer era el pleno del Tribunal Supremo el que inició los debates sobre permitir al expresidente responder en libertad hasta agotar las apelaciones en todas las instancias.
El antiguo dirigente sindical y símbolo de la izquierda latinoamericana se encuentra en estos momentos de gira por algunos estados del sur de Brasil, donde ha defendido su inocencia y alimentado la tesis de que sufre una persecución judicial que busca impedir su vuelta al poder.
La fiscal general de Brasil, Raquel Dodge, había pedido al Tribunal Supremo que niegue el habeas corpus preventivo solicitado por la defensa del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva para evitar su prisión tras la condena en segunda instancia.
Durante un pronunciamiento en el Supremo, Dodge subrayó que la decisión del pleno “cambiará la historia del tribunal”.
En sus argumentos, Dodge señaló que Brasil “es una democracia que aún es joven, pero que necesita resistir para continuar sobreviviendo”.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a 12 años de prisión por corrupción, reiteró que solo quiere justicia y enfatizó en que está más viejo, pero más motivado que nunca para seguir con su carrera política.
Lula participó en un acto con simpatizantes en Palmeira das Missões, municipio en el estado brasileño de Río Grande do Sul, minutos después de que el Tribunal Supremo aplazó el juicio del habeas corpus.
Lula insistió una vez más en su inocencia y dijo que es víctima de una mentira orquestada por los medios de comunicación brasileños y algunos sectores del Poder Judicial.
“No soy mejor que nadie. La única cosa que quiero es que los jueces se entreguen al mérito de mi proceso”, sostuvo el exmandatario durante el acto celebrado en una gira por el sur de Brasil.
El exmandatario reiteró que quiere ser candidato del Partido de los Trabajadores (PT) para las elecciones presidenciales del 7 de octubre, aunque su presencia en la carrera electoral podría frenarse si es impedido por el Tribunal Superior Electoral debido a la condena en segunda instancia.
“Si yo disputo y pierdo, acataré el resultado como hice siempre; al contrario de ellos, que no lo acataron cuando perdieron”, señaló Lula ante la expresidenta Dilma Rousseff, apartada del poder en 2016 durante un juicio político por irregularidades en las cuentas públicas.