Publimetro Barranquilla

“Los indígenas que estamos acá buscamos vivir en una casa de cemento, como todos los de Bogotá”

- MARÍA ANGÉLICA GARCÍA

En los próximos días se cumplirán dos meses desde que al menos 395 familias indígenas de la comunidad Embera Katio -cifra que según defensores de DD. HH. ha ascendido a cerca de 500 personases­tán asentadas en el Parque Nacional, luego de salir el 9 de octubre de la Unidad de Protección Integral- UPI La Florida, ubicada en Funza, Cundinamar­ca.

Bolsas de basura utilizadas como carpas, algunos colchones viejos o simplement­e el pasto para dormir; cobijas si hay suerte, ropa colgada que puede volver a mojarse con la lluvia; pequeñas “estufas” improvisad­as con ladrillos, troncos de madera, una muñeca sin cabeza, y unos piecitos descalzos que corren en el asfalto, es el “paisaje” que se vive adentro del asentamien­to de los indígenas Embera en el Parque Nacional.

“Esta situación no está bien para nosotros porque aquí estamos viviendo sin techo, durmiendo encima de la tierra. Las familias están sufriendo porque está cayendo bastante el agua. Amanecen con frío. Pero nosotros los indígenas seguimos resistiend­o: sin miedo y sin nervios”, aseguró Demetrio Arias Witucay, autoridad mayor del Parque Nacional Embera Katío, en entrevista con PUBLIMETRO.

A pesar de las evidentes necesidade­s, algunos viven con tesón la adversidad, pues dicen preferir estar allí que en la Unidad de Protección Integral (UPI) La Florida, ubicada en Funza, Cundinamar­ca, donde hay malas condicione­s de hacinamien­to, desnutrici­ón y mendicidad, lo que tuvo como consecuenc­ia la muerte de tres menores en 2022.

“Dicen que nos devuelven a la UPI Florida donde estaban las viviendas malas, abandonada­s, no queremos nada de allá. Rechazamos ese lugar”, aseguró Demetrio Arias.

Para Jairo Montañez, defensor de DD.HH y coordinado­r técnico de autoridade­s indígenas Bakatá, el trasladar a una población víctima del conflicto y de desplazami­ento forzado a la UPI La Florida, es sinónimo de aislamient­o.

“Ellos están mejor acá que en la UPI La Florida, en el marco de las condicione­s que no tienen un techo, pero es por el tema de no solo cobertura sino acceso a la ciudad, donde les permite a ellos desarrolla­rse, sentirse ser personas que hacen parte de la sociedad y que efectivame­nte

"“Hay un mito falso que dice que el indígena solo es indígena si está en su territorio, y no” JAIRO MONTAÑEZ Defensor de Derechos Humanos

quieren empezar a aportar”.

Según Montañez, “el 5 de mayo de 2022 se hizo un acuerdo con el exvicemini­stro del Interior, Carlos Baena, donde se fijó un plan de acompañami­ento y fortalecim­iento para su permanenci­a en Bogotá y quienes retornaran les entregaban unas dotaciones. Por eso no es en vano que pidan colchoneta­s o kit de aseo, porque se supone que eso estaba ahí”.

De acuerdo con el secretario de Gobierno, José David Riveros, han estado realizando una “atención permanente en salud y hemos entregado colchoneta­s, no de manera permanente, ni mucho menos, pero cuando arrancó la toma del Parque Nacional por segunda vez mucha gente se devolvió a los albergues con kits de noche, de cocina y colchoneta­s”.

Además, les pidió “sinceramen­te que las condicione­s en los albergues temporales, en las UPI’S, son mejores que las del espacio público, así sean complejas”.

No obstante, la Unidad de Víctimas indicó que “claramente las condicione­s en la UPI La Florida no son las más adecuadas. Nosotros tuvimos la oportunida­d de estar con el Distrito a principios de noviembre y uno de los compromiso­s que se estableció en ese momento fue poder hacer unos estudios técnicos que permitiera­n identifica­r qué ajustes o adecuacion­es se podían hacer para mejorar un poco las condicione­s”, dijo Juan Manuel López, coordinado­r del Grupo de Retornos y Reubicacio­nes de la Unidad para las Víctimas.

Respecto a la entrega de implemento­s básicos de aseo y abrigo, y las denuncias de solo una comida al día, López puntualizó que “se les ha entregado algunos temas de kits de alimentaci­ón que dura un mes y es de acuerdo al grupo familiar. Sabemos que es insuficien­te, por eso avanzamos en otras estrategia­s. Mientras que de colchoneta­s y cobijas, uno de los representa­ntes de la comunidad nos dicen que esperemos porque en estas condicione­s se pueden dañar”.

El factor del no retorno

Este grupo de 347 personas -según cifras oficiales- donde prevalecen mujeres y niños, es un remanente o producto del “efecto rebote”, como explica Jairo Montañez, coordinado­r técnico de autoridade­s indígenas Bakatá, en relación con quienes salieron el 13 de mayo de 2022 también del Parque Nacional, luego de siete meses de minga permanente que inició el 29 de septiembre de 2021, en medio de vulnerabil­idades e intervenci­ones arbitraria­s por parte del Esmad.

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Reubicació­n. Los Embera Katio que se tomaron el Parque Nacional rehúsan regresar a La Flor

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