Ecoaguas logra sembrar 1.800.000 árboles para preservar los bosques nativos en Colombia
Sostenibilidad. La organización apoya a 600 mujeres cabeza de familia para que ejerzan labores remuneradas y tengan impacto ambiental
“CUMPLIMOS 28 AÑOS PROMOVIENDO LA REFORESTACIÓN EN DIFERENTES DEPARTAMENTOS DE COLOMBIA” ALEXANDER JOYA Director del Programa Ecoaguas en Colombia
Desde 1995, la misión de Ecoaguas ha sido preservar los bosques nativos tropicales y establecer procesos de educación que permitan fomentar una cultura ambiental en las comunidades en las que tiene injerencia. Recientemente, la organización anunció que sembró el árbol número 1.800.000 en Colombia y logró el empoderamiento de más de 600 mujeres cabeza de hogar, para que lograran ejercer una labor remunerada con un gran impacto ambiental.
De acuerdo con la organización, se ha logrado intervenir un área de 3955 hectáreas, que están distribuidas en ocho departamentos: Antioquia, Atlántico, Bolívar, Caldas, Cauca, Cundinamarca, Quindío y Valle del Cauca.
“Cumplimos 28 años promoviendo la reforestación en diferentes departamentos de Colombia, uno de ellos es Antioquia. Empezamos hace 10 años en esa región, implementando en siete instituciones educativas el proyecto, que ha servido como un laboratorio ambiental importante para la región. Han pasado más de 300 niños y actualmente estamos trabajando con 110”, explicó Alexander Joya, director del Programa Ecoaguas en Colombia.
Para el ejecutivo, este es un proyecto que permite que las comunidades, en especial los niños, aprendan de la reforestación, de las especies y a cuidar los viveros que han creado con sistemas de riego.
“Los viveros que apoyamos están en Mutatá, en Chigorodó, en el Instituto Uniban, la fundación Caritas de Sol, Puerto Girón, Nueva Colombia y la normal de Turbo. Llevamos 80.000 árboles producidos y sembrados por todos estos niños”, agregó el director.
Beneficios para las familias
Esta iniciativa representa nuevas oportunidades laborales para las comunidades rurales, ya que les permite tener un aumento en sus ingresos económicos, mejorar su calidad de vida y beneficiar a las mujeres cabeza de hogar que trabajan en los viveros.
A través del programa, se promueve la aplicación de prácticas sostenibles, que permitan hacer uso eficiente del agua como recurso primario para la siembra, y el crecimiento de los cultivos como caña de azúcar, arroz, papa, banano, maíz, café, flores y vegetales. Estos resultados se han logrado gracias a alianzas que ha establecido con organizaciones como Asobolo, Asodes, Asofrayle, Asurtumo, Corpopalo y Fundación Uniban de Urabá y Magdalena.
“El vivero ha sido muy importante para mí, porque he aprendido sobre las plantas, el medioambiente y la convivencia con mis compañeros. Además, he aprendido que a través de las plantas, sembramos vida. He tenido el acompañamiento de mis padres”, contó Cristal Lacio Fuentes, de la institución educativa Nueva Colombia, beneficiaria del Programa del vivero Raíces Ancestrales.
Por su parte, Olga Fuentes, madre de Cristal, asegura: “Para mí ha sido un placer que mis hijos pertenezcan al vivero, porque son cada día más responsables, cuidan el medioambiente y me han enseñado cómo cuidar las plantas para que crezca sanas, algo de lo que anteriormente no tenía ningún conocimiento”.