ALBERTO REDONDO
El director de Mercadeo de la empresa que está implementando el sistema habló con PUBLIMETRO de las ventajas que este cambio tiene para el país
A partir del 1 de enero de 2019, la factura electrónica será obligatoria para todos los responsables de declarar y pagar IVA, según lo dispuesto en la Ley 1819 de 2016. Es por eso que ya empezó el proceso de implementación para que en 2018 las empresas ya lo tengan. Hablamos con Alberto Redondo, director de Mercadeo de Seres, empresa encargada de traer la factura electrónica al país.
¿Cómo se está implementando el sistema?
Ya venimos trabajando hace más de tres años en el tema, y estamos haciendo pruebas piloto con un grupo de empresas para testear y probar los avances. Esto nos sirve también para acondicionar los nuevos sistemas a la realidad del país. En 2018, si no existe algún tipo de retraso, empezarán a salir los primeros listados de empresas obligadas a implementarlo.
¿Qué empresas iniciarían con este sistema?
Ya hemos hecho este tipo de implementación en América Latina y Europa, y lo más razonable es que empiecen por grandes empresas en una primera fase. Otra opción es que pueda empezar por sectores debido a la relevancia en el país. También está la opción de empezar con el tipo de contribuyentes.
¿Qué beneficios tendrá la Dian con este sistema?
Cuando quitas la gestión manual y la información la tienes en tu sistema, todo va a cambiar en el día a día y la gestión será más ágil. Vas a poder hacer más cosas en menos tiempo y eso genera beneficios para la Dian.
¿Habrá castigos para los que no lo implementen?
Las empresas deben verlo como una oportunidad de negocio y de mejorar sus procesos, esto redunda en reducir costos y no tener que estar pendiente de inconsistencias, sino que el mismo sistema las va a reportar.
Va a beneficiar mucho a la parte financiera de una corporación. Es un arma muy potente para mejorar los procesos, ser más eficientes y más productivos. No podrán verlo como un castigo.
¿Será muy diferente la implementación en una empresa pequeña y en una grande?
Las grandes tienen más capacidad, más músculo, y para ellas es un cambio significativo porque tienen procesos muy acomodados para las compañías. Es como intentar que un elefante camine en tres patas y no en cuatro, sin duda es complejo.
En las empresas pequeñas no será tan complicado. A ellas lo que les interesa de las facturas es que se las paguen. Si se hacen las cosas como se deben hacer, no van a tener dificultades. En ese contexto, las pymes que hacen una inversión inicial en la facturación electrónica posteriormente tendrán grandes beneficios.
Para las empresas muy pequeñas, que manejan menos de 200 o 300 facturas, seguramente habrá herramientas gratuitas online, que la misma Dian deberá implementar para que puedan llevar su contabilidad.