Niños de las comunas cumplieron su gran sueño gracias al fútbol
En 11 de septiembre de este año se convirtió en un día inolvidable para los pequeños de la Comuna 13 y la Comuna 7
Para los niños del Club Semillas de Vida y Paz, de la Comuna 13, y Guerreros F.C., de la Comuna 7, el pasado lunes 11 de septiembre quedará para siempre en su memoria. Ese día comprobaron que, a través del fútbol, los sueños sí se hacen realidad.
No era un lunes normal. Los entrenadores habían preparado un triangular en un día poco usual. Sin embargo, para los niños, cuando se trata de fútbol, nada es problema, ni siquiera tener que madrugar y estar listos a las 4:00 a.m., hora en la que llegaría un bus para llevarlos al encuentro deportivo.
El plan tenía como destino el municipio de Rionegro, allí se realizaría el compromiso y harían un breve recorrido por el lugar. Dentro del paseo les contaron que primero visitarían el aeropuerto José María Córdova y tendrían la oportunidad de conocer un avión de Viva Colombia por dentro. Muchos, por no decir que la gran mayoría, nunca habían tenido la oportunidad de volar.
A las 4:40 a.m. llegó el bus al aeropuerto. La emoción se respiraba en el ambiente. Dentro del grupo estaba Álex Samuel Sánchez, un niño de 12 años, que desde que era muy pequeño se enamoró del fútbol. Fue su papá quien le sembró el amor por el deporte y desde entonces no suelta el balón. Hace cuatro años se convirtió en una de las semillas del club, que hoy cuenta con 400 niños dedicados a vivir la pasión del fútbol.
De los jugadores colombianos admira a James Rodríguez y dice que “tiene muy buena ‘pegada’ y hace muy bien los pases”.
Álex tiene muy claro que hará todo lo posible por seguir en el fútbol y convertirse en un jugador profesional, pero que “si no se da”, deberá enfocarse en estudiar una carrera profesional.
El sueño de volar
Mientras se hacían todos los procedimientos para abordar, a los niños se les explicaba que ellos estaban realizando lo mismo que hace cualquier pasajero, cada uno se acercaba al mostrador, presentaba su documento y recibía el pase de abordar.
Aunque Álex sabía que la invitación era únicamente para conocer el avión, decía emocionado: “Me gustaría volar, quisiera saber cómo se siente estar en un avión. Me imagino que se siente libertad, que las sillas son muy cómodas y que el servicio de la comida es muy bueno”.
Dentro del imaginario de Álex estaba presente el poder observar a través de las ventanas y darse cuenta de que las personas se convertían en pequeñas hormiguitas.
Paso a paso se cumplió el procedimiento. Cuando todos llegaron a la sala de espera y podían ver los aviones a través de los ventanales, los ojos les brillaban, se abrazaban, no podían creer que estuvieran allí... tan cerca de volar.
Una voz los alertó, era el momento de abordar.
Era necesar i o el traslado en bus hasta el avión y en ese momento sucedió algo irreal, Álex se percató de la presencia de René Higuita, uno de los jugadores de fútbol más queridos en Colombia y actual entrenador de arqueros del Atlético Nacional. Sin dudarlo, empezó a decirles a sus compañeros: “¡Es él!, ¡es Higuita!”.
Con ese encuentro inesperado, empezaba la lluvia de sorpresas que estaban por recibir. Una vez paró el bus, bajaron lo más pronto posible para poder saludar a uno de sus ídolos e inmortalizar ese momento con una fotografía.
Cuando la euforia estaba en lo más alto, llegó la hora de subir al avión. Dentro del Airbus 320 los esperaba la tripulación, que les tenía preparada la mayor sorpresa. Una vez Mónica Gil, jefe de auxiliares de vuelo de Viva Colombia, terminó la explicación de las especificaciones de la aeronave, el capitán Felipe Gómez Calle, tomó la palabra y les dijo: “Imagínense que Viva Colombia me autorizó a ‘darles una vueltica’ en el avión”.
En ese momento, todos aplaudieron y gritaron de la felicidad, se abrazaron y se miraron incrédulos por lo que estaban viviendo. “La vueltica va a ser… ¡a Santa Marta!”, agregó el capitán. En ese instante, un solo grito ensordecedor fue el que llenó la cabina: ¡Santa Marta, Marta! Una vez todos estuvieron sentados y listos para experimentar su primer vuelo, llegaron los invitados especiales, entre los que estaban Sergio Galván Rey, uno de los referentes históricos del Once Caldas; los actores Tiberio Cruz, Valentina Lizcano y Juan Sebastián Quintero; también Yoreli Rincón, una de las mejores jugadoras de fútbol del país; y Carlos Mario Oquendo, bicicrosista antioqueño.
El vuelo
Sant a Durante el trayecto, Álex no perdía un segundo para mirar por la ventana, se dio cuenta de que las personas ya no eran perceptibles a los ojos, ni siquiera como hormiguitas. Las montañas, las nubes, los rayos del sol sobre los ríos, los diversos paisajes, todo lo tenía embelesado.
En pleno vuelo, llegó una sorpresa más: los integrantes de C15, la famosa agrupación de hip hop de la Comuna 13, se tomaron la cabina para interpretar la canción Aquí si hay amor. Entre todos coreaban: “Ilusiones, pon una mano en tu corazón, corazones, hay un mundo mejor posible, se siente en mi gente, otro ambiente camina por mis calles”.
Álex, sorprendido, repetía: “Esto es un sueño hecho realidad” y al aterrizar atinó a decir: “Me dio mucho susto, se me taparon los oídos, pero estoy muy contento”.
El triangular
De todo lo que les habían dicho los entrenadores, el triangular era real, se enfrentarían inicialmente los dos equipos paisas y el ganador jugaría contra el local. Lo que no sabían era que el escenario era la cancha La Castellana, la misma que vio crecer y forjarse a otro de los grandes íconos del fútbol colombiano, Carlos ‘el Pibe’ Valderrama.
Al mediodía inició el encuentro deportivo, bajo el rayo del sol, pero con la brisa fresca de la bahía más hermosa de América, se dio el pitazo inicial. Semillas de Vida y Paz, de la Comuna 13, se llevó el triunfo. El trabajo en equipo, el apoyo de todos los familiares que los acompañaron y la unión entre los pequeños fueron la clave del éxito.
Las medallas y el trofeo lo recibieron de las manos de sus ídolos. El triunfo no fue fácil, por los más de 38 grados centígrados en los que tuvieron que jugar y por las pocas horas de sueño, pero la emoción de saber que podrían ir a refrescarse en el mar, el lugar que los cautivó desde que vieron su inmensidad desde el aire, era suficiente para mantenerse activos.
Conocieron el sabor del mar
Tomados de la mano corrieron hacia el agua, lanzándose juntos contra las olas se sumergieron en el agua refrescante de las playas de Santa Marta, a pocos metros del aeropuerto. Aprovecharon los minutos al máximo, era una oportunidad irrepetible.
Álex era de los pocos que conocía el mar, pero reconoce que poder estar con su equipo fue una oportunidad única. “Me divertí mucho al poder jugar con mis amigos en el mar: esta experiencia me despierta muchos sentimientos, porque es muy bonito poder compartir con mis compañeros y con mi familia”.
A las 4:00 p.m., 12 horas exactas después de haber iniciado este sueño, llegaba la hora de regresar. La pasión del fútbol, la dedicación, el esfuerzo y el sacrificio habían tenido su recompensa.
Semillas de Vida y Paz
El exjugador profesional, Willington Arley Cano, es el fundador del Club. Hace nueve años decidió iniciar el proceso para ayudar en la transformación social de la comuna que lo vio nacer y crecer. “A lo largo del tiempo hemos alcanzado muchos logros, el principal, hoy en día, es que mantenemos a 400 niños en los buenos hábitos de vida, formándolos de manera integral como seres humanos y ayudándolos a proyectarse y a cumplir sus sueños”.