¿Hay futuro para los carros antiguos?
Para cientos de personas, un carro de más de 35 años no es solo un vehículo viejo, sino un estilo de vida
A este lado, un Ford Mustang de 1965 exhibe su diseño clásico y sus fuertes tonos rojos junto a un pequeño Volkswagen Karmann Ghia. Un rugido anuncia la llegada de un Jaguar Mk II de 1956, que con todo y el felino saltando de su capó, hace su entrada al Paipa Hotel y Centro de Convenciones entre decenas de BMW, Mercedes-benz, Porsche y Triumph.
Como estos tres, más de 150 carros fabricados antes de 1980 participaron en el Rally Haciendas Chopard, un evento bianual realizado el 2 de septiembre, entre Guasca y Paipa. Con los carros llega la algarabía de una colección de viejos amigos, un grupo familiar y muchos curiosos, atraídos por autos que los llevan a sus recuerdos de infancia.
Para Roberto Nigrinis, director del portal www.carrosyclasicos.com, la afición a los autos antiguos remite, justamente, a la infancia. “Las personas que tienen un carro antiguo tienen gusto por los carros, por la historia, y muchas veces, apego a un modelo. Ya sea porque un familiar tenía un Buick, o iba de paseo en el BMW del amigo de la universidad, o porque simplemente su primer carro fue un Escarabajo, algo hace que se enamore específicamente de ese carro”, dijo a PUBLIMETRO.
Uno de los participantes del Rally Haciendas, Julio Gaviria Scioville, explica que la afición nació como una situación familiar: “Mi padre me llevaba a los Circuitos de San Diego en los años cincuenta y sesenta, y también nos llevaba a otras carreras. Siempre estuvimos metidos en el tema de los automóviles, y cuando se presentó la oportunidad, pude comprar mi vehículo, que mantengo 28 años después”.
Este es un Volkswagen Scirocco de 1978. El vehículo fue el primer intento de la marca alemana de ofrecer un deportivo con motor delantero refrigerado con agua, el mismo del Golf GTI y el Passat. No muchos llegaron a Colombia, debido a las restricciones a la importación existentes entre 1970 y 1992 –con un breve intermedio en 1981– pero los que llegaron fueron muy queridos por su desempeño destacado.
Para otros, la atracción es la comodidad, como explica Nigrinis: “Mi vehículo antiguo es un Chevrolet Chevelle de 1966, fue mi primer carro y lo tengo desde que era joven. Siempre me ha gustado la comodidad de los vehículos estadounidenses. Otros gustan del desempeño de marcas como Alfa Romeo, Porsche o los deportivos británicos”.
Un espectáculo familiar
Muchos niños se enamoran de los automóviles del Rally Haciendas Chopard. Los vehículos antiguos y clásicos atraen a las familias, y se convierten en un plan que va pasando de generación en generación. Cada quien identifica los tiempos de su gusto, y es algo que, según Nigrinis, puede incluso identificar la edad del aficionado.
“A los amantes de los carros antiguos les gusta coleccionar los carros de su niñez. En los años setenta, se veían mucho los carros estadounidenses de la posguerra. Hoy se ven autos de los setenta, incluso vehículos muy comunes de esa época, como el Renault 4 o el Fiat Topolino, y ahí empiezan a aparecer los de los ochenta”, asegura.
Un carro antiguo, según la legislación colombiana, es aquel que tenga más de 35 años de fabricación y se mantenga en estado original. Para determinar su condición, se necesita un perito. En cambio, el auto clásico es un vehículo de fabricación limitada, hecho antes de los años cincuenta y que es especial por su carácter. “Un Simca puede ser antiguo, pero clásico ya vendría a ser un Packard del 34, muy lujoso y exclusivo”, explica Nigrinis.
Gaviria asegura que hay un amplio grupo de amigos que no solo participan de eventos de autos antiguos, sino de excursiones en camionetas 4×4, adaptadas para uso offroad extremo. En todos estos eventos, los grupos no solo sirven para brindarse soporte, sino como un plan de fines de semana.
Los grupos se asocian de acuerdo con los intereses particulares: los amantes de los muscle cars tienen clubes El hobby de los carros antiguos se disparó con la aparición de internet. “La gente se ha enterado de que ya no se necesita una millonada para tener su carro antiguo. Muchos quieren entrar y, aunque ha aumentado el precio de algunos modelos, todavía la entrada se puede realizar”, asegura Nigrinis.
A pesar de esto, una de las mayores dificultades es la económica. “Si uno va a tener un carro antiguo y no cualquier carro viejo, debe saber que eso cuesta. Va a ser su segundo o su tercer carro, no es para todos los días. Y tiene que guardar dinero para el mantenimiento, los impuestos y las revisiones, entre otros gastos. Y así usted saque el carro cuatro veces al año, debe pagar todo”, afirma Gaviria. Incluso, también empiezan a aparecer algunos proyectos con motos. Uno de estos se vio en el autódromo XRP de Cajicá, donde casi 100 expositores de motos de los años sesenta y setenta presentaron sus motos en el festival Mods vs. Rockers, imitando la rivalidad que existía en Europa en esa época. El problema va a ser, tal vez, que estos aficionados encuentren vehículos nuevos. “Actualmente todos son muy similares, genéricos y no producen las emociones de antes”, afirma Gaviria. “Antes uno recordaba su carro, pero ahora todos se parecen mucho. Falta ese elemento distintivo”, agrega.
¿Cuáles podrían ser estos vehículos distintivos? Es difícil saberlo, porque un artículo similar en los ochenta hubiera negado al Renault
18, que era uno de los carros más vendidos de la época. Al final, aficionados son quienes determinan cuál será, en 2040, los vehículos que atraigan a los hijos de los niños que se quedaron paralizados al escuchar el rugido de un Jaguar, y al ver un Escarabajo que seguramente tuvieron los primos de sus padres. exclusivos para los deportivos estadounidenses de la década de 1960. Otros se asocian de acuerdo con las marcas, siendo los más importantes los clubes de marcas como Porsche, BMW y Mercedes-benz. También hay asociaciones regionales en las principales ciudades del país.