Medimás y una crisis que afecta la salud de más de cinco millones de colombianos
El remedio de ese mal que se llamaba Cafesalud resultó peor que la enfermedad. La Procuraduría suspendió al superintendente de Salud por autorizar el inicio de operaciones de la EPS que tiene más usuarios en el país, mientras las quejas, denuncias y vícti
Desde que se anunció que Medimás sería la EPS que vendría como la salvadora de los problemas que implicó el cierre de la extinta Cafesalud, surgió la duda de si el proceso determinaría si serviría como remedio o resultaría estancada más adelante. Hoy, se puede decir con certeza que esto no se dio y no porque no haya crisis, sino porque los problemas aparecieron antes de lo que se pensaba.
A los 80 días de conocerse el nombre de Medimás en el país, estalló la crisis. Usuarios sin atención primaria, y complicaciones en la autorización de medicamentos y de procedimientos vitales, se sumaron a que no hay una red de Instituciones Prestadoras de Salud (IPS). Esto destapó una olla que parecía indicar que el remedio fue peor que la enfermedad, pues lo denunciado por senadores como Jorge Enrique Robledo como presuntas irregularidades en la venta de Cafesalud salta hoy a la vista de los colombianos que han decidido iniciar procesos de traslado de la Entidad Promotora de Salud (EPS) más grande del país.
En julio de este año, estas fueron las palabras del senador, con las que logró frenar la venta: “Ahí puede haber distintos delitos, ahí puede haber prevaricato por acción u omisión”, y tenía razón.
Ayer, la Procuraduría General de la Nación suspendió al superintendente de Salud, Norman Julio Muñoz Muñoz, “por permitir y autorizar el inicio de operaciones a Medimás EPS sin que contara con una red de prestadores de servicio en el país”, comentó la entidad en un comunicado.
En entrevista con Blu Radio, el presidente de la EPS aseguró que hasta agosto de 2017 la entidad trabajaba con más de 20.000 quejas: “Tenemos en este momento un corte de 24.100 quejas. Casi 100% proviene de la represa originada por el no aseguramiento de los usuarios en el anterior asegurador”; y en ese momento se comprometió a que estarían resueltas para el 30 de octubre, pero con la visibilización de más casos de quejas, parece que esto no se podrá dar como los colombianos quisieran.
Lo que hoy le significa una suspensión al superintendente, y con seguridad un proceso disciplinario, tiene su origen en la insatisfacción de los usuarios y en el derecho a la salud. Faltando unos meses para una ley estatutaria, se reportan niños con complicados estados de salud sin tratamientos efectivos y largas colas que se extienden para autorización de citas con especialistas y para la entrega de medicamentos.
La situación en el sur del país se complica y las clínicas decidieron dejar de prestar servicios de salud a pacientes de la EPS. El defensor del Pueblo, Carlos Negret, tuvo que pedir que no se interrumpiera la atención y lanzó una fuerte crítica al proceso que vive la entidad y cómo solucionan la situación.
“Con un solo usuario que no esté bien atendido, no podemos decir que Medimás ha cumplido. Hay algunos avances, pero el defensor del Pueblo hasta que no verifique en terreno, no podrá dar un parte de tranquilidad”, afirmó Negret.
Por ahora, quedan preguntas por resolver. ¿El Gobierno fue inoperante con la venta?, ¿Medimás se hará cargo?, ¿cuál es la salida al problema?. Amanecerá y veremos.
“Con un solo usuario que no esté bien atendido, no podemos decir que Medimás ha cumplido” Carlos Negret, defensor del Pueblo