Un oasis de calma en medio de una guerra
Decir que se puede llevar una vida normal en medio del conflicto, y más siendo parte de él, no es posible. Sin embargo, el alto al fuego acordado por el Gobierno y la guerrilla del Eln permite que haya un poco de tranquilidad en medio del peligro.
La ausencia de hostilidades hace posible que los esfuerzos de las tropas guerrilleras se concentren en estudiar, entrenarse, estrechar vínculos con las comunidades y saber con más precisión lo que sucede en Quito. El cese es como un respiro en una guerra que pareciera no tener fin.