Siria recuperó ciudad que tenía el EI
La acción es bastante simbólica porque representa la pérdida del último gran feudo del grupo terrorista en ese país
Ayer, las fuerzas gubernamentales sirias, apoyadas por milicias chiíes iraquíes, lograron el control de la ciudad de Albukamal, fronteriza con Irak, y el último gran feudo del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Siria, donde los yihadistas han perdido recientemente el dominio de dos ciudades en el nororiente.
“La liberación de Albukamal tiene una gran importancia porque representa el anuncio de la caída del proyecto de ‘Dáesh’ (acrónimo árabe del EI) en la región”, destacó la Comandancia General del Ejército y las Fuerzas Armadas sirias en un comunicado difundido por la agencia oficial de noticias, SANA.
El organismo calificó la recuperación de la localidad como “un avance estratégico para acabar con lo que queda de los grupos terroristas con sus diferentes nombres en toda Siria”, donde opera también la exfilial siria de Al Qaeda y otras facciones islamistas.
Además, aseguró que las fuerzas armadas sirias “seguirán siendo el escudo de la patria y su muralla fortificada frente al terrorismo y los proyectos sionistas-estadounidenses, así como la defensa de la unidad y la seguridad de Siria”.
La agencia SANA detalló que los efectivos del Ejército contaron con el apoyo de las milicias iraquíes Multitud Popular, integradas en las fuerzas de seguridad oficiales de Irak y lideradas principalmente por chiíes. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, estos grupos llegaron a territorio sirio para sumarse a la ofensiva en Albukamal.
Las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, y sus aliados irrumpieron ayer a primera hora en la localidad, donde se enfrentaron con los radicales, según contó SANA.
Por su parte, el Observatorio señaló que los combatientes del EI que permanecían en Albukamal se retiraron hacia otras zonas bajo su control en el oriente de la provincia de Deir al Zur, a través de corredores abiertos por sus rivales para permitirles la salida, después de negociaciones entre las dos partes.
Deir al Zur es, desde septiembre, escenario de dos ofensivas contra el EI que transcurren por separado. Una del Gobierno, cuyas tropas están respaldadas por la aviación rusa, y otra de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), que cuentan con el apoyo de la coalición internacional liderada por EE. UU.
Tras la derrota de ayer en Albukamal, el EI solo controla el 30 por ciento de Deir al Zur, según el Observatorio, mientras que las fuerzas de Damasco son las que dominan más territorio, con el 38 por ciento de la región, y las FSD están en un 32 por ciento de la ciudad.
Además, el Observatorio señaló que en los pasados dos meses de ofensiva en Deir al Zur han muerto más de 800 civiles y unos 2200 han resultado heridos. Esto, sumado a decenas de miles que han tenido que desplazarse a la fuerza, muchos de ellos porque sus hogares han sido destruidos en los combates.
Hace una semana, el Ejército sirio proclamó la liberación total de la ciudad de Deir al Zur, capital de la provincia homónima y uno de los bastiones del EI en Siria. De esa forma, estrecharon el cerco en torno a los yihadistas, aislados en el oriente de esta región fronteriza con Irak.
Al otro lado de la frontera, el pasado 3 de noviembre las fuerzas iraquíes le arrebataron al grupo radical la comarca de Al Qaim, fronteriza con Albukamal, hacia donde huyeron algunos de los combatientes
“La liberación de Albukamal representa el anuncio de la caída del proyecto del EI en la región” Comandancia General del Ejército y las Fuerzas Armadas sirias
desde Irak, según indicó el Observatorio.
Ese día, las tropas iraquíes tomaron el control del paso fronterizo de Hasiba, que había estado en manos del EI y a través del cual los yihadistas enviaban suministros militares a sus compañeros de armas en Irak.
El EI declaró un califato en junio de 2014 en los territorios que controlaba en Siria y en Irak, gran parte de los cuales ha perdido más de tres años después, y actualmente solo tiene bajo su dominio un puñado de pueblos en la ribera del río Eúfrates y en la zona desértica que hay entre Siria e Irak.