Alrededor del 26% de los niños del mundo presenta retrasos de crecimiento
Así lo revelaron los estudios recientes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO
El consumo de los productos lácteos ha estado ligado, desde siempre, al buen desarrollo y crecimiento de las personas en todas las etapas de la vida. Desde la etapa fetal hasta ser un adulto mayor se requiere de una adecuada alimentación.
Con las nuevas tendencias y estilos de vida el consumo de la leche y sus derivados han evolucionado. Algunas personas son cada vez más conscientes de la importancia de los alimentos que consumen y de las repercusiones que tienen en su salud a mediano y largo plazo. Sin embargo, hay otro grupo que se ha dejado llevar por algunas corrientes que promueven la eliminación de su consumo, poniendo en riesgo su salud, tal y como lo ha demostrado la Organización Mundial de la Salud.
Paola Yanquen, nutricionista y dietista, y gerente de Regulación y Nutrición de Alpina, explicó que el consumo de los productos lácteos en todas las etapas de la vida es fundamental por los nutrientes que se encuentran en la leche y en sus derivados.
“Los principales nutrientes que se encuentran en los productos lácteos son las proteínas y el calcio, además de muchos otros importantes para la vida, como la grasa y los carbohidratos. Nosotros estamos convencidos de que la proteína y el calcio, por ser esenciales en el desarrollo de huesos, dientes y músculos, son los más importantes para el crecimiento de los niños y el mantenimiento nutricional en los adultos”, explicó Yanquen.
La proteína, según la experta, es la que permite el crecimiento saludable de los más pequeños y en la edad adulta es la que garantiza que los músculos, los huesos y los dientes, se conserven en el mejor estado, sanos y fuertes.
La malnutrición
En nuestro país existen problemas de nutrición y estos afectan especialmente a los niños a quienes los signos de desnutrición impactan con más fuerza. La malnutrición es una problemática que representa altos costos para la sociedad. De acuerdo con los más recientes estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, en el mundo existen cerca de 870 millones de personas que presentan desnutrición debido a un consumo insuficiente de energía alimentaria de importante valor nutricional.
Cerca del 26% de los niños del mundo padecen retraso de crecimiento y 2000 millones de personas sufren de carencia de macronutrientes. La alimentación variada, equilibrada y adecuada, es la solución para este problema de salud. La proteína de origen animal, por ser considerada un nutriente de alto valor biológico para la vida humana; y del calcio, por ser fundamental en el crecimiento y desarrollo de la población son sanas y potentes herramientas para combatir la malnutrición. El calcio no cuenta con fuentes muy variadas en los alimentos, por lo que la más importante son los lácteos.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, recomienda entre dos y tres porciones de lácteos al día, entendiéndose como el consumo de la leche y de sus derivados, una recomendación alineada a la FAO, que también indica consumir el mismo número de porciones de este grupo alimenticio en pro de alimentarse sanamente.