La seguridad y la paz
En 2017, la cifra de los muertos por el enfrentamiento interno fue de 78. En 2010 fue de más de 3000, entre militares, civiles, guerrilleros y otros actores. En cifras del gobierno de Uribe, en 2002, los muertos fueron cerca de 20.000.
Casi 7000 guerrilleros dejaron
9000 fusiles en manos de Naciones Unidas y la guerrilla más antigua de Latinoamérica desapareció y ahora está convertida en un partido político.
En 2012, a dos años de su elección, Santos ostentaba la cifra de 233.874 desplazados por año. Para 2017, los desplazados fueron 48.335, lo que ha representado una reducción de 79%, según la Unidad de Víctimas.
Sin embargo, y aunque las cifras alientan, en cuestión de asesinatos a líderes sociales, Duque recibirá un país con más de 400 líderes asesinados y una cifra que crece, la guerrilla del Eln fortalecida y en guerra con grupos narcotráficantes, en búsqueda de dominio territorial en zonas de cultivos de coca, como el Catatumbo y el Pacífico colombiano. Una paz incompleta.