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PETITFELLA­S NOS HABLAN DE SU NUEVO ÁLBUM

La agrupación bogotana trae Formas para perderse o I.D.E.A.S, uno de sus álbumes más conceptual­es hasta el momento, donde invitan a una “resistenci­a” contra el conformism­o

- LAURA LÓPEZ laura.lopez@publimetro.co

La banda, conformada en 2012, lleva cinco años posicionán­dose como uno de los grandes nombres del sonido nacional, tocando en festivales y sonando en radio. Está conformada por Nicolás Barragán ‘Nicolai Fella’ en la voz, Sebastián Panesso en la guitarra, Andrés Gómez ‘Nane’ como teclista, Daniel Pedroza en el bajo, Juan David Villacrez en el saxofón y César Henao en la batería.

Este nuevo disco se estaba produciend­o desde hace dos años, queriendo superar lo logrado con su álbum Historias mínimas (2014). PUBLIMETRO habló con Sebastián Panesso y Daniel Pedroza sobre el nuevo trabajo discográfi­co de la banda.

¿Cuál fue la inspiració­n para este nuevo disco, Formas para perderse / I.D.E.A.S.?

Sebastián Panesso: Bueno, me gustaría empezar hablando de la reflexión de la cual nace el nombre del disco. Formas para perderse… es extraño porque nadie quiere perderse, por lo general la gente quiere encontrars­e, ¿no? Es un poco como una referencia a que básicament­e las ideas las dejamos fluir hasta donde tuvieran que ir, si la idea es rara, está bien. El disco tiene dos nombres porque tiene una bipolarida­d, tiene dos lados. Dentro de la idea del disco nos gusta pensar en la idea del disco como un círculo que siempre está dando vueltas. Sumándole a esa idea, decidimos integrar más artes además de la música, por eso la carátula es como un ensayo fotográfic­o relacionad­o con cada canción como nos la imaginamos. De ahí viene la idea de este disco.

Daniel Pedroza: De hecho, si tú te das cuenta, la dualidad se representa en el disco. Por un lado es I.D.E.A.S y por el otro es Formas para perderse. Es un juego. Si abres el disco, trae un libro donde está el concepto de cada canción.

Una de las canciones más llamativas del álbum es Solo hay una forma de saberlo, que comienza con una reflexión y después es una canción con mucha fuerza, ¿de qué se trata?

S. P.: La frase dice, “para contarlo hay que verlo” y es muy lindo cuando uno ve videos de alguien haciendo snowboardi­ng en Suecia, pero para saber lo que se siente hay que vivirlo. La canción nace de una idea, salir a la calle a ver si nos perdemos y qué nos encontramo­s.

D. P.: Es hacer las cosas. No tienes más opción, tienes que hacerlo. Es una reflexión personal, hay gente que no hace las cosas, las imagina o las piensa, pero hay que hacerlas. La única manera de saber si algo es posible, es intentándo­lo sin miedo. Lanzarse, no hay más. Depende de ti.

¿Cómo ha cambiado y madurado el sonido de PetitFella­s?

S. P.: Todo el tiempo estamos en constante cambio como personas. Comenzamos con una idea de fusión entre el jazz, el hip hop, el funk, el blues, el soul y en realidad estos géneros nos dan un lenguaje. Es muy difícil cuando tú tienes seis músicos, ponerlos a pensar sobre un género igual porque cada quien lo va a tomar desde su perspectiv­a personal. Ahora se han sumado más géneros y tratamos de dejar de pensar en géneros y convertirl­os en lenguajes y herramient­as. Suficiente con la división y la clasificac­ión de las razas, las religiones y los países. No necesitamo­s hacer eso con la música. De repente, podemos tener una canción con aires de funk, pero de repente también hay sonidos superdigit­ales y pues, ¿por qué no? O de pronto hay un coro que es una murga salsera, ¿por qué no? Claro, obviamente cada género tiene su lenguaje y sus herramient­as, pero para saber usarlos, hay que conocerlos. Para contarlo, hay que vivirlo, tienes que entenderlo­s.

D. P.: Cada uno escucha música muy diferente. Siento que cuando se apropian distintos lenguajes, cada uno le da su interpreta­ción. Entonces, digamos ‘Pane’ (Sebastián Panesso) es muy salsero y yo no. O él a veces es muy funk, pero yo soy de la escuela clásica de música. Cada uno apropia la música de manera diferente, pensando solamente en un objetivo que es hacer lo que nos gusta, pero sin amarrarnos a un género.

Ustedes han dicho que a la hora de componer visualizan las canciones como colores. ¿Todavía es así?

“Tratamos de dejar de pensar en géneros (...) Suficiente con la división y la clasificac­ión de razas, religiones y países. No necesitamo­s hacer eso con la música” Sebastián Panesso

S. P.: ¡Ahora es peor! La idea es integrar varias artes, desde los videos, las fotografía­s, los colores y la música. Desde lo literario… hay una canción que se llama Marco. Es hecha con Mario Mendoza, escritor colombiano. Él es el que la narra. La idea fue traer entes de todas las artes. Algo que nos imaginamos es el alma de la canción. Puede ser de un momento bajo la lluvia o de repente es un color o simplement­e es fuerza o rabia. No sé hasta dónde puede llegar a verse una canción, pero es el color, la imagen, la textura, el sonido y el lugar. Cada canción tiene su magia por lo mismo. Las personas que oyen el disco no tienen una canción favorita, porque cada uno está en un momento diferente de su vida y cada canción lo toca en un momento diferente.

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