La aventura que vivimos con Tom Cruise
DOUG LIMAN Llega a las pantallas de cine una cinta basada en una historia real que reúne al narcotráfico, la CIA y las guerrillas centroamericanas. PUBLIMETRO habló con su director, el mismo de la trilogía Bourne
La historia de un piloto (Barry Seal) de una aerolínea comercial, que decidió cambiar la monotonía para trabajar en la CIA, en los años ochenta, es la base de American Made, la nueva película del director Doug Liman, protagonizada por Tom Cruise.
En la película juega con formatos y estilos. ¿Los creó específicamente para esta cinta?
Sí, la película no está ubicada en el día de hoy, sino que está ambientada en los años ochenta, por lo que sucede en un mundo diferente. Con César Charlone, mi director de fotografía, hablamos de acentuar ese hecho. La distancia le permitiría tener más diversión, porque tendría más de un sentido de aventura. American Made
tiene lugar en un momento en el que los pilotos todavía estaban viviendo el tipo de wild west american dream.
No andaban en caballos, sino en aviones. Tenían una libertad que ahora ya no existe.
¿Esta historia podría suceder hoy?
No hay manera. Soy piloto, así que puedo decirles que el tipo de vuelo de Barry Seal y de los otros pilotos que trabajaban para la CIA, no son posibles hoy. El GPS, los radares y la tecnología moderna lo han hecho imposible.
Barry podría ser un tipo extremadamente desagradable. ¿Les preocupaba llevar esto a la pantalla?
Nunca se me ocurrió retratar a Barry de esa manera. Pero creo que los héroes de mis películas podrían ser villanos en las de otros. Jason Bourne debe ser el villano, es un asesino letal que está en libertad y tiene amnesia. En cualquier otra película, sería una persona a la que hay que parar. Incluso en Swingers, mi primera película, mis amigos que leyeron el guion me rogaron que no la hiciera porque odiaban al personaje de Vince Vaughn, decía que era el enemigo.
Por lo tanto, a menudo he sido atraído por personajes como Barry Seal, que piensan en ellos mismos, son oportunistas y no piensan en las consecuencias que trae romper las reglas. Tom (Cruise) y yo hablábamos a menudo de Barry como si tuviéramos la filosofía de que si tú caminabas por la calle y te encontraras un billete de 100 dólares, el crimen sería no recogerlo.
¿Qué aprendió de hablar con los que conocían al verdadero Barry Seal?
A la gente le encantaba Barry. No era una persona que los demás detestaran. La gente amaba a Barry Seal. Incluso cuando rodábamos en Colombia, contratamos pilotos que trabajaron para Pablo Escobar, y muchos de ellos conocían a Barry Seal. A uno de ellos, que amaba a Barry, le preguntamos cómo se conocieron y nos dijo que Seal robó uno de sus aviones. Contó que lo estaba vendiendo y que Barry fue a verlo, le preguntó si podía tomarlo para un vuelo de prueba y simplemente despegó y se fue.
Optó por una forma de trabajo tipo boot camp, en la que al terminar de filmar, preparaban las escenas del día siguiente. ¿Eso ayudó a mantener la emoción?
Lo que Tom (Cruise) y yo estábamos persiguiendo era este sentimiento evocado por la fotografía de Debbie en la prisión. Vimos esta foto y pensamos en esta mujer que estaba casada con un capitán de la aerolínea TWA y que de repente lo termina visitando en una prisión en Centroamérica. Es un sentimiento que conocemos. Revisábamos constantemente el guion y las escenas para intentar capturar esto, pero no es tan simple como escribir la escena y ya, así no funcionaría. Ese es el proceso de Tom y también el mío, así que cuando nos juntas, se amplifica, especialmente cuando Tom y yo compartimos una casa junto con el escritor.
Toda la película fue un campo de entrenamiento. Estábamos viviendo y respirando juntos, tratando de capturar estos sentimientos, y el tono de estas relaciones era muy importante. Es como pintar con un pincel muy fino.
¿Hubo un día en el que pensó: ‘No puedo creer que tengamos que hacer esto’?
Había un lugar remoto en Colombia, que nos dijeron que era espectacular, pero nunca había sido fotografiado. Esto estaba justo al borde de una zona de las Farc. Aunque en ese momento había cese al fuego, nos daba miedo y pensamos que nunca podríamos filmar, pero obtuvimos permiso y la mayoría de las imágenes aéreas fueron de ahí. Ves a Tom (Cruise) volando sobre los ríos, con soldados del Ejército colombiano en tierra.
Antes de filmar les habíamos dicho: ‘Asegúrense de que su seguridad está en marcha, porque vamos a llamarlos para que nos apunten, pero por favor, no disparen’.
La manufactura de American Made fue verdaderamente una aventura. No se trataba solo de retratar a Barry Seal en esta extraordinaria historia. Tom y yo realmente vivimos una aventura. Es por eso que si hablas con él sobre esta película, se emociona, tanto por la película, como del reto que implicó hacerla.