Más beneficios que castigos a los implicados en casos de corrupción
En Colombia se adelantan dos grandes investigaciones por corrupción: una, el caso Odebrecht, y la otra la del ‘cartel de la toga’. ¿Qué ha pasado con este último caso?
Desde que la corrupción en el país se tomó las altas cortes y el Congreso de la República ya nada parece asombrar a los colombianos, quienes tuvieron que ver en un corto tiempo cómo se capturaba a un senador y luego cómo se entregaba otro que estuvo prófugo de la justicia durante una semana.
Pese a que el factor sorpresa se perdió, la indignación crece siempre que se conoce el avance en alguna investigación.
Sucedió ayer, cuando se confirmó el principio de oportunidad para el exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons, y la inscripción del exgobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, en el Centro Democrático para postularse como candidato presidencial. Ambos están involucrados en el escándalo de corrupción llamado ‘el cartel de la toga’.
Lyons fue uno de los primeros implicados en el caso de corrupción que destapó el exfiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno. Sin embargo, pese a los cargos por casi 20 hechos delictivos, el exgobernador decidió cooperar con la justicia y revelar nombres de más implicados a cambio de beneficios.
Y lo logró. Ayer el Tribunal Superior de Bogotá avaló el principio de oportunidad para Lyons y por un año se suspenderá la persecución penal a los delitos de peculado y contrato sin cumplimiento de requisitos legales.
Con este beneficio, al exgobernador que se le acusa de haber usado para su beneficio las regalías de Córdoba (con ayuda del senador Musa Besaile) se le podrían perdonar los delitos de celebración de contratos sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación. Todo lo anterior con un solo compromiso: contar a la Fiscalía qué gobernadores, alcaldes, magistrados y congresistas están involucrados en este caso.
De esta manera, el tribunal anunció que Lyons pagaría cinco años de cárcel y solo aceptaría el delito de concierto para delinquir simple.
Con este delito, el expolítico estaría reconociendo únicamente haber participado en el saqueo de más de 80.000 millones de pesos del departamento que en su momento dirigió, no otros delitos.
En el caso de Luis Alfredo Ramos, parece que la suerte también se está poniendo a su favor. Después de quedar en libertad gracias a que la Corte Suprema revocó la medida de aseguramiento que pesaba en su contra por un proceso de parapolítica que lo mantuvo detenido desde el 2013, ahora espera el fallo absolutorio en ese caso para poder postularse como precandidato presidencial del Centro Democrático. De ser así, lo único que empañaría su campaña sería una vinculación formar al ‘cartel de la toga’ debido a que Lyons y el exfiscal Moreno lo nombraron en conversaciones con la DEA, en las que aseguraron que el exgobernador de Antioquia también habría pagado a abogados para que arreglaran, con plata de por medio, procesos que había en su contra en la corte. Pese a las pruebas, aún no hay un pronunciamiento oficial de las autoridades.
¿Y qué pasó con Musa Besaile? El senador del Partido de la U inicialmente se declaró víctima de sobornos y por eso pagó 2000 millones de pesos a los exmagistrados Francisco Ricaurte y Leonidas Bustos.
Según Besaile, el objetivo de los pagos era frenar investigaciones en su contra por parapolítica.
Pero su declaración no lo ayudó mucho y el pasado 5 de octubre tuvo que entregarse a las autoridades después de que la Fiscalía emitió una orden de captura en su contra. Él sería el único que saldría mal librado de todos los mencionados esta semana, debido a que Lyons lo nombró en su más reciente declaración y
aseguró que sí le entregó millonarias sumas de dinero al senador para que pagara parte del soborno a la corte. Ahora el país tendrá que esperar un par de semanas más mientras que la justicia define si a él también le otorga algún beneficio.