TOTÓ LA MOMPOSINA, LA VOZ DE LOS ANCESTROS
La artista de 78 años se presentará mañana en Atlantis Plaza para celebrar el Día de la Madre
Sonia Bazanta Vides, o Totó la Momposina, como muchos la conocen, cuenta con más de 50 años de trayectoria musical. Ha dedicado su vida a trabajar por la reivindicación de las raíces del Caribe colombiano, a través de sus letras, sonidos y ritmos. Ha llevado su música por el mundo gozando de reconocimiento internacional por sus interpretaciones de bullerengue, cumbia, tambora y porro sabanero, entre otros.
En rueda de prensa, con motivo de su siguiente concierto, Totó habló sobre lo que significa para ella, aun después de tantos años, presentar su música ante el público. “Para mí, hacer un concierto en Colombia y en el mundo es entregar la verdad, porque resulta que con la música ancestral siempre aparecen los detractores de la misma. Y esta es la música que produce el pueblo, aquí en Colombia, a través de la contemplación”, dice. “Esa contemplación, a su vez, se hace a través del sentido de pertenencia. Entonces yo tengo que decir de dónde vengo, qué como, qué pienso y qué es lo que tenemos que cuidar. Empecé a trabajar a los ocho años haciendo zapatos, porque mi papá se dedicaba a ese oficio y mi abuelo también, pero él, además de esto, era director de una banda de música. Mi bisabuelo tocaba una bandola en Mompox. Éramos descendientes de indígenas chimilas, entonces he sido auténtica. Yo no me pongo a decir que estudié en Harvard”.
Pero además de hablar sobre lo que significa para ella la música ancestral, Totó se quejó de la poca presencia que tiene la música colombiana tradicional en los espacios radiales. “Tuve que prepararme. Es muy difícil hacer música ancestral en un país donde no la ponen. Mi música no suena en la radio. Solamente en una que otra emisora porque yo no pago. No la tienen en sus casas porque yo no pago la ‘payola’ para que suene nuestra música; eso es como si yo estuviera de mendiga pidiendo que me den para comer. Estoy aquí porque amo a Colombia y todos tenemos que amarla en medio de las circunstancias que estamos atravesando. Pero, eso sí, hay que sacar los ‘trapitos al sol’. Mi compromiso es llevar la música ancestral a otro nivel y que siga siendo ancestral”.
De igual manera,
Totó mencionó cómo dentro de su proyecto como artista los jóvenes siempre han tenido un lugar especial, pues son ellos quienes necesitan adoptar la música tradicional desde una corta edad. “Dentro mis creencias, en mi proyecto siempre ha sido vital ir a universidades y colegios, y todavía sigue siendo una prioridad. Esto porque los muchachos con el tiempo van entendiendo lo que la música les ofrece y la protegen en donde estén, porque tienen un sentido de pertenencia. La música nuestra no es el reguetón y, sin embargo, esa es la que se escucha día y noche, a toda hora”.
“Para mí, hacer un concierto en Colombia y en el mundo es entregar la verdad, porque resulta que con la música ancestral siempre aparecen los detractores de la misma. Y esta es la música que produce el pueblo, aquí en Colombia, a través de la contemplación”
Totó la Momposina