JÜRGEN KLOPP NO DEJARÁ IR ESTA CHAMPIONS PARA EL LIVERPOOL
Estratega, rockero y genio son las aptitudes que definen al alemán, que está a un partido de volver a los Reds unos rockstars
Es un personaje particular. Su experiencia es más afín a un profesor universitario, de esos que se basan en los números para lograr el éxito propuesto. Sin embargo, su personalidad dista mucho de esa apariencia catedrática. El rock pesado es su estilo de vida y ese frenesí se lo traslada a sus jugadores.
Lo hizo en el Borussia Dortmund, cuando supo reinar en Alemania, antes de la hegemonía del Bayern Múnich. La gran deuda que le quedó en Westfalia fue llegar a lo más alto de Europa, ocasión que desperdició en
2013, cuando cayó en la final de la Champions precisamente ante los muniqueses, en Wembley.
Esa hambre de reconocimiento europeo lo llevó a Inglaterra para hacerse cargo de un equipo místico. Consciente de que su plantilla no es estelar como la de otros equipos de la Premier, consiguió lo que a otros técnicos les cuesta años: darle un estilo depurado.
La frustración de caer en la final de la Europa League
2015-2016, a manos del Sevilla, hizo sembrar dudas sobre sus capacidades para llevar al Liverpool a lo más alto.
Klopp cambió la metodología de la austeridad por la de la opulencia, gastando más de 170 millones de euros para reforzarse esta temporada. Mal no le fue, y con un formidable Mohamed Salah, en los que invirtió 42 millones; y un férreo Virgil van Dijk, por el que le pagaron 85 millones de euros al Southampton, está a punto de conseguir la sexta Champions para el Liverpool.
Los rojos ostentan la medalla de ser el último equipo en derrotar al Real Madrid en una final de Copa de Campeones de Europa o Champions, allá por 1981. Ahora, con las notas del heavy metal de Jürgen Klopp, buscarán en Kiev revivir los fantasmas de los merengues, 37 años después.