Adenor Leonardo Bacchi o, mejor, ‘San Tite’
Uno de los directores técnicos más laureados del continente llegó a salvar la selección de su país. El panorama de la Canarinha era bastante complicado. Una vez disputada la tercera parte de las eliminatorias suramericanas, ocupaban la sexta posición, lo que significaba quedar afuera de la cita orbital.
La preocupación en Brasil era enorme. El juego del combinado patrio no convencía y los resultados, hasta entonces, no eran los mejores. Por eso, en una decisión rápida y transcendental, la Federación despidió a Dunga y llamó de manera inmediata a Tite, quien no dudó en aceptar el reto.
Los pergaminos con los que llegaba el nacido en Caxias do Sul eran maravillosos: una Copa Sudamericana, una Copa Suruga Bank, una Copa Libertadores, un Mundial de Clubes, una Recopa Sudamericana, dos Brasileirãos y una Copa de Brasil, convertían a dicho entrenador en el elegido.
Y demostró estar a la altura. Un contundente 0-3 sobre Ecuador marcó su debut al frente del equipo nacional. A partir de ahí, encadenó nueve victorias consecutivas, logrando la clasificación anticipada al Mundial Rusia 2018.
Dirigió a Brasil en 19 partidos, consiguiendo 15 triunfos, tres empates y tan solo una derrota 0-1 ante Argentina, en el Superclásico de las Américas, llevado a cabo en Melbourne, Australia.