Publimetro Colombia

Los culpables de la barbarie de la masacre

Actores. No solo los grupos al margen de la ley son protagonis­tas en las matanzas, el papel del Estado también está en entredicho

- ESPERANZA ARIAS NATALIA MARTÍNEZ

Los dos momentos más violentos de las últimas dos décadas empatan con la desmoviliz­ación de los dos grupos armados más grandes de los últimos años: las Auc y las Farc.

Para la primera década de este siglo, se conoció cómo los disidentes de los paramilita­res rearmaron el mapa de Colombia de acuerdo a los intereses aliados al narcotráfi­co. Así se dio el nacimiento de múltiples estructura­s criminales que han sido denominada­s bacrim.

En el caso de las Farc, las disidencia­s o grupos residuales hasta ahora se configuran. Pero la desmoviliz­ación de más de 13.000 combatient­es terminó en el fortalecim­iento de otras guerrillas como el Eln y el Epl, que se surtieron de los ex-Farc que no adhirieron al proceso de paz de 2016.

Actualment­e, la guerra por el territorio es la mayor amenaza para la población civil. Ariel Ávila, de Pares Colombia, aseguró que los grupos armados son pequeñas estructura­s que están buscando el poder territoria­l y el de las economías ilegales y que son quienes causan las masacres.

Los grupos

“Existe un fortalecim­iento de Grupos Armados Organizado­s (GAO) en Colombia, principalm­ente del Eln, el Clan del Golfo, los Grupos Armados Pos-Farc y los Caparrapos, expresado principalm­ente en expansión a municipios dejados por las Farc-Ep, aumento de la regulación territoria­l como declaració­n de toques de queda o diversos tipos de restricció­n a la movilidad y violencia focalizada”, señala el informe Seguridad en tiempos de pandemia: legados de guerra y crimen organizado en Colombia, de Pares Colombia.

Las herencias paramilita­res han desatado la múltiple acción de GAO en varias regiones. Así, las estructura­s que son pequeñas terminan por enfrentars­e, garantizan­do grandes conflictos.

“Tumaco sigue teniendo 11 organizaci­ones criminales, y entonces, cuando ninguna organizaci­ón criminal es capaz de ganarle a la otra, ellos la emprenden con la población civil para ganarse su adhesión. Por ejemplo, en Zaragoza, llega un bloque de Virgilio Peralta o Los Caparrapos, reúne a un grupo de pobladores de un corregimie­nto y dicen: ‘Ustedes son del Clan del Golfo’, y los matan”, dijo Ávila.

Las disidencia­s de las Farc, que Ávila dice que son 28, estarían articulada­s en tres grandes grupos: las de Gentil Duarte, que tendría 14 grupos; las de Nueva Marquetali­a, que solo serían cuatro y con muy pocos hombres, y el resto que estarían regados en el país.

“El asesino renuncia a la clandestin­idad porque no existe el Estado de derecho. Esto solo aparece en países en donde no hay presencia del Estado. Este Gobierno no está y dio vía libre a las masacres, también es culpable”, enmarcó Roy Barreras, miembro de la Comisión de Paz del Senado.

“EL GRUPO ARMADO MUCHAS VECES SOLO ES EL SICARIO, EL QUE DISPARA, PERO DETRÁS DE ESTO HAY INTERESES ECONÓMICOS Y POLÍTICOS SOBRE LOS TERRITORIO­S” LEONARDO GONZÁLEZ Indepaz

El Estado también es culpable

“Explico el fenómeno de las masacres desde tres puntos. El primero es que cuando un gobierno deslegitim­a a las cortes y al aparato judicial, se envía un mensaje de ‘aquí no hay justicia, hagan lo que quieran’”, aseveró Barreras.

“El segundo punto es que volvimos a la doctrina del enemigo interno y es que en los estados autoritari­os, cualquier persona que opine diferente es un adversario. Así, el Gobierno legitima las masacres de líderes sociales, de campesinos, porque los ve como un nido de enemigos”, continuó Barreras.

El tercer punto y el más crítico, apunta a la connivenci­a del Gobierno con el narcotráfi­co: “El narcotráfi­co que todo lo pudre, que todo lo penetra ha sido legitimado desde el día uno, cuando invitaron al Ñeñe Hernández a la posesión presidenci­al, o las sociedades de Memo Fantasma con la familia de la vicepresid­enta, o la proliferac­ión de los actores narcopolít­icos”.

Pero hay más. Para Ávila, el problema es el abandono estatal: “Es que el Gobierno de Duque no tiene rumbo, no hay claridad conceptual, le echan la culpa todavía a Juan Manuel Santos, al proceso de paz y además no ocupan los territorio­s”. Esto mismo opina González: “Los territorio­s de las Farc no fueron tomados por el Estado y esto llevó a un desgobiern­o. Esto se resuelve con el Estado haciendo presencia”, certificó.

PUBLIMETRO consultó a la Fiscalía General, que está próxima a entregar datos y cifras sobre el esclarecim­iento de masacres en el país. Además, establecim­os comunicaci­ón son el alto comisionad­o para la paz, Miguel Ceballos, pero en su oficina de prensa nos indicaron que “el comisionad­o tiene, por estos días, una agenda reservada, y se demora”. También nos dijeron que nos avisará cuándo esté disponible el vocero, pero esperamos que no se configuren más masacres hasta ese día.

Espere la segunda entrega de este especial, en la que le contaremos por qué las masacres son crónicas de muertes anunciadas.

“Es que el Gobierno de Duque no tiene rumbo, no hay claridad conceptual, le echan la culpa todavía a Juan Manuel Santos, al proceso de paz y además no ocupan los territorio­s” ARIEL ÁVILA Pares Colombia

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/ EFE

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