Jorge 40 está de vuelta en Colombia
El exjefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo tiene más de 1486 investigaciones activas por delitos como asesinato, desplazamiento forzado y masacres, entre ellas, la de El Salado
El exjefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, quien cumplió una condena en Estados Unidos por narcotráfico, regresó deportado ayer a Colombia donde tendrá que responder por sus crímenes ante la justicia, confirmó el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos.
“Como lo anunciamos en su momento, Rodrigo Tovar, alias Jorge 40, ya se encuentra en Colombia a disposición de las autoridades migratorias y judiciales, y tendrá que responder ante la justicia y las víctimas por sus cuentas pendientes en el país”, dijo el funcionario.
Alias Jorge 40, uno de los más sanguinarios jefes paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), fue extraditado en 2008 a Estados Unidos por delitos asociados al narcotráfico, y se le condenó a 16 años de cárcel, de los que pagó 12.
Condena en Estados Unidos
Durante su proceso judicial, el Gobierno estadounidense responsabilizó a Tovar Pupo del envío a ese país de al menos 1500 kilogramos de cocaína entre 2002 y 2005 y cuyo cultivo, producción y tráfico supervisaba al haber dirigido las actividades de las Auc en el noreste de Colombia.
Las Auc se desmovilizaron en 2006 tras un proceso de negociación con el Gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe.
Como parte del acuerdo, los exparamilitares se acogieron a la Ley de Justicia y Paz, que contemplaba penas de máximo ocho años de cárcel a cambio de colaboración para esclarecer crímenes, pero algunos de los líderes como Jorge 40 perdieron esos beneficios.
El exjefe paramilitar fue procesado bajo Justicia y Paz por los delitos de desplazamiento forzado, homicidio, tortura, desaparición forzada, reclutamiento ilícito y destrucción y apropiación de bienes protegidos, pero luego fue expulsado de ese mecanismo y extraditado.
Deudas pendientes en Colombia
Jorge 40 tiene en Colombia más de 1486 investigaciones activas por múltiples delitos como asesinatos, tortura, desplazamiento forzado y masacres como la de El Salado, en la que centenares de hombres bajo sus órdenes asesinaron a al menos 60 personas en febrero del 2000, en Bolívar.
Tovar Pupo, que tiene en su contra 35 órdenes de capturas pendientes y 40 medidas de aseguramiento, quedará a disposición de la justicia penal ordinaria donde deberá “garantizar los derechos a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición de las víctimas”, como lo aseguró el ministro encargado de Justicia, Javier Sarmiento.
“Todas las autoridades colombianas se han coordinado para recibir a dicha persona, proceder a su captura, legalizarla ante las autoridades competentes y que quede privado de la libertad en uno de los establecimientos de reclusión del orden nacional”, detalló Sarmiento.
El exparamilitar solicitó en septiembre de 2019 su sometimiento a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) argumentando que fue “ideólogo, propulsor e integrante del proyecto de autodefensa, que desarrolló estrategias para enfrentar a la guerrilla fuera de los cánones institucionales” y que financió y auspició organizaciones paramilitares desde 1996.
Sin embargo, la JEP rechazó en enero pasado dicha petición teniendo en cuenta que ese tribunal “no tiene competencia material sobre los exintegrantes de grupos paramilitares ni de otros grupos armados ilegales distintos a las Farc”, aunque aceptó estudiar que Tovar se acoja en calidad de tercero.