“Hoy es el día de la justicia, es el día en el cual vemos que tantas víctimas han sido reconocidas”: Aída Avella
La Unión Patriótica (UP) recibió con esperanza el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), que condenó al Estado por el plan de exterminio del que fueron víctimas unos 6000 de sus militantes
Entre las víctimas de la UP figuran el excandidato presidencial Jaime Pardo Leal, asesinado en 1987; el aspirante a la Presidencia Bernardo Jaramillo Ossa (1990) y otros altos dirigentes de la UP como el abogado José Antequera (1989).
“Hoy es el día de la justicia, es el día en el cual vemos que tantas víctimas han sido reconocidas”, dijo la presidenta de la UP, Aída Avella, al referirse a la decisión judicial que se conoce más de tres décadas después de que comenzara la campaña de exterminio.
La senadora, que hace parte de la coalición de Gobierno, añadió que el fallo de la Cidh, con sede en San José (Costa Rica), es “demasiado valioso para Colombia, para la UP, pero también para el grueso de mártires que ha tenido América Latina”.
En el fallo, la Cidh dijo que “pudo comprobar que la violencia sistemática contra los integrantes y los militantes de la Unión Patriótica”, que se manifestó a través de “desapariciones forzadas, masacres, ejecuciones extrajudiciales y asesinatos, amenazas, atentados, actos diversos de estigmatización, judicializaciones indebidas, torturas y desplazamientos forzados, entre otros”.
Según Avella, “el genocidio fue un hecho en Colombia y lo que se quiere también resaltar es que todos esos genocidios que sucedieron en América Latina, que fueron por el estilo del de Colombia, se hicieron por dictadores, pero aquí fue como una supuesta democracia”.
Las voces de las víctimas
Familiares de las víctimas de ese exterminio se reunieron en el Centro de Memoria Histórica, en Bogotá, que los recibió decorado con figuras de tamaño real con los nombres de los asesinados.
En el lugar hubo también pancartas que decían: “Es hora ya de justicia para las víctimas del genocidio contra la Unión patriótica”, todo en medio de rosas amarillas y verdes, los colores que identifican a esa colectividad.
Entre lágrimas, Orseni Montañez, viuda de José Alfredo Ávila, un joven estudiante de Medicina que antes hizo parte del Partido Comunista y que fue víctima de una de las primeras masacres de 1987, aseguró experimentar “sentimientos encontrados”, porque ellos no deberían “estar ahí”.
“Nosotros nacimos de un proceso de paz, nuestra esperanza era la paz, era vivir, era la alegría. Eso fue la Unión Patriótica para nosotros”, insistió, refiriéndose a los orígenes de este partido, que nació en 1984 de un proceso de paz entre las Farc y el Gobierno del entonces presidente Belisario Betancur.
Al mismo tiempo, Montañez reivindicó el papel de mujeres como ella que, durante tres décadas, se mantuvieron firmes en su lucha para pedir verdad y justicia y que luchan por dejarle a las generaciones venideras “esa paz total con que tanto hemos soñado”.
Por su parte, el senador Iván Cepeda, del partido de Gobierno Pacto Histórico, definió la sentencia de la Cidh como una manera de hacer “justicia a tres décadas de lucha de las víctimas”, al tiempo que consideró que la decisión sienta un precedente para garantizar que “en el futuro en Colombia no se vuelva a repetir un genocidio político”.
“Esta decisión dice claramente que el Estado colombiano ha tenido responsabilidad en ese exterminio y dicta una serie de medidas de reparación, verdad y justicia, que son fundamentales para, de alguna manera, resarcir a más de 6000 víctimas directas y miles de personas que han sido blanco de este genocidio político”, agregó Cepeda.
En el Gobierno del presidente Gustavo Petro, del que hacen parte personas que provienen de la UP y de otros partidos perseguidos como el comunista, todo parece indicar que se acatará la sentencia de la Cidh, y el mismo ministro de Defensa, Iván Velásquez, aseguró que tras revisar con detenimiento la sentencia, “el Gobierno nacional en su conjunto acatará absolutamente esta decisión”.
“NOSOTROS NACIMOS DE UN PROCESO DE PAZ, NUESTRA ESPERANZA ERA LA PAZ, ERA VIVIR, ERA LA ALEGRÍA. ESO FUE LA UNIÓN PATRIÓTICA PARA NOSOTROS”
ORSENI MONTAÑEZ Viuda de José Alfredo Ávila, estudiante de Medicina y miembro de la UP asesinado en 1987