EE. UU. vuelve a imponer sanciones a Venezuela al desvanecerse esperanzas de elecciones justas
Washington.
El Gobierno estadounidense volvió a imponer severas sanciones petroleras a Venezuela, reprobando los intentos del presidente Nicolás Maduro de consolidar su gobierno apenas seis meses después de que Estados Unidos había relajado las restricciones en un intento de apoyar las esperanzas
Un funcionario estadounidense de alto nivel aseguró a la prensa que cualquier empresa de Estados Unidos que tenga inversiones en Venezuela tendrá 45 días para cerrar sus operaciones a fin de evitar aumentar la incertidumbre en los mercados energéticos mundiales. El funcionario habló bajo condición de anonimato para explicar las deliberaciones políticas de Estados Unidos.
En octubre, Estados Unidos levantó algunas sanciones a los sectores petrolero, minero y de gas operados por el Estado venezolano después de que el Gobierno de Maduro aceptó trabajar con integrantes de la oposición para llevar a cabo una elección presidencial libre y competitiva este año.
Aunque Maduro programó una elección en julio e invitó a observadores internacionales, sus allegados han usado el control total del partido gobernante sobre las instituciones venezolanas para socavar el acuerdo. Estas acciones incluyen impedir que su principal rival, la exlegisladora María Corina Machado, registre su candidatura o la de una alternativa designada. Asimismo, numerosos críticos del Gobierno han sido encarcelados en los últimos seis meses, entre ellos algunos aliados de Machado.
Esencialmente, las acciones del miércoles revierten la política estadounidense al punto donde se encontraba antes del acuerdo –que fue forjado en Barbados– y prohíbe a las empresas estadounidenses hacer negocios con Petróleos de Venezuela S.A., mejor conocida como Pdvsa, si no cuentan con una licencia específica del Departamento del Tesoro.
“Volvemos a hacer un llamado a Maduro a permitir que todos los candidatos y partidos participen en el proceso electoral y libere a todos los presos políticos sin restricciones ni retrasos”, dijo el vocero del Departamento de Estado Matthew Miller. “Seguiremos apoyando las aspiraciones de los venezolanos de una Venezuela más democrática, estable y próspera”.
Las autoridades venezolanas rechazaron la reprimenda diplomática, y afirmaron que la nación suramericana había cumplido con los compromisos adquiridos en Barbados, además de acusar a Washington de romper la promesa de retirar todas las sanciones que, según dijeron, se hizo durante las negociaciones secretas entre ambos países.
“Los gringos creen que pueden amenazar a Venezuela. No pueden amenazar a Venezuela”, aseveró Maduro en un evento televisado. “No hay sanción, no hay amenaza que hoy por hoy le haga daño al esfuerzo de construir un nuevo modelo económico productivo porque hoy no dependemos de nadie en este mundo, solo dependemos de nuestro esfuerzo, de nuestro trabajo”.
No está claro cuál sería el impacto de la reversión sobre la tambaleante industria del petróleo y el gas de Venezuela, o si presionará a Maduro a ofrecer condiciones electorales más equitativas.
El alivio inicial se emitió solo por seis meses. Los expertos señalan que ese tiempo no es suficiente para atraer las grandes inversiones de capital necesarias para revivir la largamente estancada producción en Venezuela, que cuenta con las reservas petroleras comprobadas más grandes del mundo.
“Los gringos creen que pueden amenazar a Venezuela. No pueden amenazar a Venezuela”
NICOLÁS MADURO Presidente de Venezuela