La piel en primavera hizo su debut en la edición 63 del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (Ficci)
Yennifer Uribe hizo su debut con la cinta en el festival de cine más grande del país. Así le fue
La ruta 243 se convirtió en parte fundamental del día a día de Sandra, una madre cabeza de hogar que trabaja como guarda de seguridad. Y no, no es una cinta que resalte solo la labor de una madre soltera con un trabajo digno en un país como colombia, sino que, contra todo lo pensado, se retrata la vida de Sandra desde el otro lado, desde el sentido más humano como lo es el deseo, el despertar erótico, pero alejado del morbo.
Se tiene en el imaginario social que las madres solteras deben ser pulcras, impecables y netamente dedicadas a sus hijos, ¿pero qué pasa si por unos instantes del día se dedica a descubrirse? Podría ser una de las preguntas que giraron en torno a Sandra, pues está socialmente rodeada de personas que la motivan a explorar en el erotismo. De cierto modo, esta cinta debut de Yennifer Uribe, es una declaración de rebeldía, de no conformarse, sino de encontrar respuestas e inclusive de poner a prueba el poder de la transformación.
Asimismo, demuestra el poder de la libertad, al no llegar ser valorada por Javier, alguien con el que llegó a darse una oportunidad. Sí, el mismo conductor de la ruta 243 en la que viajaba todos los días hacía su trabajo. Así que al entender su valor, lo que quiere, y lo que es, vuelve a su centro, ella misma, y el amor por su hijo. Si bien es una cinta con estos puntos positivos, el desarrollo de la historia un poco lenta, la carencia de ciertos puntos de giro hace que se torne un poco monótona.
Uno de los mayores puntos a destacar de esta producción es el acompañamiento y refugio que encuentra Sandra en sus amigas de trabajo, convirtiéndose esto en el segundo pilar más importante de la película, ya que son sus compañeras de camino en esa intriga por explorar, vivir y sentir en su vida.
En resumen, la película ofrece una mirada honesta a la exploración de la sexualidad femenina en un mundo lleno de tabúes y expectativas, mediante la experiencia y viaje emocional de Sandra. El público es invitado a reflexionar sobre la importancia del autoconocimiento y la aceptación de su propio cuerpo, recordando que el camino hacia la plenitud personal puede ser emocionante y transformador (como puede que no).