Colombianos afectados por Irma quieren un nuevo inicio
Estas son las voces de quienes tienen que devolverse y de quienes quieren iniciar de nuevo tras la devastación de Irma
Las noticias en los canales eran evidentes. El huracán Irma iba a pasar por encima de la isla San Martín, ubicada en el Caribe y muy cercana a Puerto Rico. La que fue una paradisiaca isla, con mucha afluencia de turistas y rica culturalmente, en parte por tener una parte holandesa y otra francesa, hoy es un terreno devastado.
“No vivo en la isla. Llegué hace más de un mes a hacer unos trámites que tienen que ver con la salud de mi hermana, unos documentos en su empresa y llegó el huracán. No se imaginan lo que fue eso. Toda la isla quedó devastada, los hospitales quedaron dañados”, cuenta Hugo Simanaca, barranquillero repatriado por la Cancillería, en el grupo de 51 colombianos que llegó el miércoles.
La realidad es dura porque muchos colombianos encontraron en estos territorios del ultramar europeo una salida laboral tras el auge del turismo.
Simanaca cuenta que tiene dos hermanas que viven en la isla desde hace más de 18 años. Una tiene un hijo mayor de edad, que no quiso devolverse de San Martín por cuidar las pocas cosas que les quedan y que con tanto trabajo consiguieron.
“Las casas quedaron destruidas. Usted sabe que ahí había casas porque ve el techo y una pared y las cosas regadas, pero de lo bonito que eso era no quedó nada”, cuenta Simanaca.
Los reportes oficiales hablan de que por lo menos el 60% de la isla quedó destruida. Los bosques, que le daban el toque verde y natural, parecieran haber sido quemados, según quienes lo vivieron de primera mano.
“El huracán nos pasó por encima. ¡Los vientos! No sé cómo explicarlos. Parecía que levantaban la casa completa, que nos íbamos con todo e isla a volar”, afirma el barranquillero.
Y es que los meteorólogos cuentan que Irma llegó con tal fuerza, que al interior había pequeños huracanes, que hacían que los vientos fueran más peligrosos que de costumbre. Esto afectó la infraestructura de la isla y, por supuesto, la vida se detuvo.
“Fue una experiencia terrible. Una cosa que no quisiera vivir nunca más. Tuvimos que salvar a nuestros hijos. El martes en radio escuchamos al cónsul diciendo que nos iban a ayudar a volver a Colombia”, cuenta Magda, damnificada en el país.
El director de Asuntos Consulares de la Cancillería colombiana, Javier Darío Higuera, aseguró que desde el Gobierno, con ayuda de las Fuerzas Militares, intentaron colaborarles a los colombianos que solicitaron ayuda y que necesitaban ser auxiliados o reubicados en nuestro país.
“Ha sido un proceso muy complejo por la magnitud del desastre en la isla: no hay comunicación, entonces aterrizar no fue tan fácil, pero logramos traer al país 103 personas que necesitaban ayuda y que ahora se están reacomodando en varias partes de Colombia y les estamos prestando ayuda para eso”, afirmó.
“Estamos muy agradecidos todos porque igual es una situación muy difícil, hay mucha gente sin casa, sin luz, sin agua y pues así sea de a poquitos, lo que nos traigan es una gran ayuda para nosotros”, contó Johan Varela, damnificado y quien tuvo que traer a su familia y dejar su casa y su trabajo en la isla. La devastación en San Martín es grande, pero muchos se quedaron. “Los jóvenes se van para allá porque había mucho trabajo en construcción. Entonces varios se quedaron a ayudar para la reconstrucción de la isla. “Va a ser duro volver a comenzar. Se perdió mucho. Estamos agradecidos porque tenemos la vida y eso es lo más importante, pero mucha gente, muchos hermanos colombianos lo perdieron todo. Años de esfuerzo se fueron por un desastre natural que uno no se imagina que va a suceder”, cuenta Simanaca.
“Las casas quedaron destruidas. Usted sabe que ahí había casas porque ve el techo y una pared”
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