DIEGO BONETA REVIVE EL DRAMA DE LUIS MIGUEL EN UNA NUEVA SERIE
Filmada en México, Luis Miguel, la serie hace un recorrido desde la infancia del artista, pasando por las décadas del ochenta y noventa, cuando el artista alcanzó el éxito en Latinoamérica y el mundo
La vida personal del famoso ‘Sol de México’, uno de los artistas más enigmáticos de Latinoamérica, será revelada desde este domingo 22 de abril en Netflix con el estreno de Luis Miguel, la serie, una producción que busca humanizar al ídolo. PUBLIMETRO habló con Diego Boneta, actor elegido para darle vida al polifacético artista, una tarea que sin duda no fue nada fácil de realizar.
“Queremos contar una historia que lo pueda enaltecer, pero al mismo tiempo que muestre un lado que nadie conoce de él. Todo unido con el pegante de lo divertido y lo humano”
Diego Boneta
Varias personas aseguran que hay paralelos entre su vida y la de Luis Miguel, vidas distintas, pero al mismo tiempo similares. ¿Qué tan cierto es esto?, ¿qué semejanzas encuentra usted?
Ha habido similitudes, pero también aspectos diferentes. Los dos empezamos a la misma edad, él nació con una voz privilegiada, pero yo no. Yo tuve que romperme la cara 18 años para poder cantar sus canciones. Nuestras nacionalidades son prácticamente las mismas: italiano, puertorriqueño, español.
Cuando me quedé con el papel sí sentí que, indirectamente, llevaba varios años cocinando este personaje, y una de las primeras cosas que hice fue mostrarle al productor de la serie un video en el que estoy cantando La chica del bikini azul a los 12 años y un artículo del Sol de México, en donde me comparaban con él.
Tener similitudes con un personaje de este tipo es algo que no me había pasado antes.
Además, hubo otra gran semejanza que lo llevó a aceptar interpretar a Luis Miguel en esta serie...
Curiosamente, antes de que me quedara con el papel, yo estaba armando el proyecto de contar su vida, pero en el cine.
Cuando me senté a hablar con los productores, y en general con el equipo de trabajo, les pedí que me contaran cómo querían narrar la historia, y me dijeron: “Diego, Luis Miguel está supermetido en el rollo y hay dos películas que menciona todo el tiempo como referencias: Ray y Walk the Line”. Y les respondí: “Son las mismas cintas que yo tenía en cuenta para mi proyecto”. Fue entonces cuando dije sí, lo quiero hacer.
Jennifer López, a pesar de su extensa carrera, sigue siendo Selena. ¿No teme que le pase lo mismo, que sea de aquí en adelante el ‘Luis Miguel de la serie’?
No sé qué vaya a pasar, no sé si siempre me quede en la piel de Luis Miguel o si este sea el personaje de mi carrera. Lo que sí puedo decir ahora es que es el personaje que más me ha costado interpretar y el que más me está costando quitarme. Fue algo raro, algo que jamás me había pasado, y es que, cuando me quitaron el traje, el pelo, y volví a ser Diego, no me reconocí en el espejo.
¿Cómo cambió la imagen que tenía de Luis Miguel?
Nació una admiración a la persona que va más allá de lo que es como artista. Desde niño he sido muy fanático de su música, pero luego de conocer su vida y lo dura que ha sido, solo me resta sentir respeto por quien es como ser humano.
Y es que, a fin de cuentas, eso es lo que deseamos hacer con esta serie, nosotros queremos mostrar a ese Luis Miguel que es ser humano.
Entonces, ¿cómo lo describiría ahora?
Yo lo describo a mis amigos norteamericanos, que no saben quién es, como el Frank Sinatra y el Elvis Presley latino.
Para convertirse en
Luis Miguel tuvo una preparación densa y larga...
La preparación fue más intensa que el rodaje. Con eso puedo decirlo todo. A mí me
tocó hacer un Luis Miguel muy específico, de edades exactas.
Lo cierto es que leí bastante, tuve que ver videos de todo tipo, hablar con personas que lo conocieron por aquel entonces, hablar con el mismo Luis Miguel y documentarme con todo aquello que me diera luces de la persona y el artista que era en aquella época.
Sin embargo, el rodaje también fue extenuante
Lo complicado fue grabar la serie sin continuidad, es decir, un día hacíamos escenas de capítulos diferentes, y todos eran con ‘Luis Migueles’ completamente distintos. Y es que, por ejemplo, hay gestos que él hacía en conciertos y entrevistas de los años ochenta, pero en los noventa ya no.
Entonces, por eso yo cargaba todos los días con una carpeta muy gruesa con los libretos y anotaciones escritas al lado, de esos aspectos que debía tener el Luis Miguel de determinado año, y todo tratando de que no hubiera errores de continuidad.
¿Qué le queda de sus encuentros con Luis Miguel?, ¿alguna anécdota en particular?
En determinado momento le enseñé un clip de la recreación que hicimos del video de Cuando calienta el sol. Agarró mi teléfono, le hizo zoom y dijo: “Este soy yo. Diego, es que este soy yo”. Y nos abrazamos, y sentí que estaba haciendo bien mi trabajo.