Escuche su cuerpo, húyale al cáncer de ovario El abdomen que cambia
Los cánceres ginecológicos tienen un impacto profundo en la calidad de vida de quienes los padecen. El de ovario se destaca por ser uno de los más difíciles de detectar y tratar.
Procúrese revisiones periódicas, la prevención es fundamental.
El cáncer de ovario es una enfermedad que ocurre por la presencia de células anómalas en estos tejidos. Puede comenzar en las células productoras de óvulos o en el revestimiento del órgano.
En Colombia, entre 6,2 y 12,8 de cada 100 mil mujeres desarrollan cáncer de ovario. Lo preocupante es que suele ser una condición asintomática en sus primeras etapas, lo que dificulta la detección temprana y reduce las posibilidades de tratamiento.
“Mantener una atención constante a posibles anomalías es esencial, ya que el diagnóstico temprano puede hacer la diferencia”, afirmó Clara Arango, profesional adscrita a GSK Colombia.
Una vez que la enfermedad progresa, algunas señales pueden alertar de su presencia:
La presencia de una masa abdominal, especialmente si es palpable, puede ser un signo de crecimiento tumoral. El aumento repentino de volumen en la parte baja del abdomen sin causa evidente debe ser motivo de consulta médica.
Factores de riesgo
El envejecimiento, el sobrepeso u obesidad, la edad avanzada al tener hijos o la ausencia de embarazos a término completo, antecedentes de cáncer de mama y el tabaquismo son factores de riesgo para el cáncer de ovario.
No olvide que esta patología puede desarrollarse silenciosamente en situaciones cotidianas y aparentemente normales, lo que subraya la importancia de estar alerta y tomar medidas preventivas adecuadas.
Con la detección
Detectar el cáncer de ovario en sus etapas iniciales es crucial para mejorar las posibilidades de tratamiento. Asista a revisiones ginecológicas anuales, que incluyan un examen físico completo. Si se identifica alguna anomalía durante estas revisiones, los médicos pueden recurrir a pruebas adicionales.